Intendente salteño “embaucado” con un muerto del Garrahan

Un santafesino de 33 años llamaba a municipios y decía que necesitaba plata para enviar el cuerpo de un nene del pueblo que había fallecido en el hospital. Pero todo era falso. Así juntó al menos 100.000 pesos. Un salteño entre los siete intendentes estafados.

Insólita 23/06/2016

“Un simulador cuyo estilo de vida era la estafa”. La definición se la acerca a Clarín una fuente de la investigación. Eduardo R.B. son las iniciales de este santafesino de 33 años que hizo de la actuación, el engaño y la estafa un verdadero medio de vida. Con prisión preventiva desde hace unos días, sobre este hombre de apariencia atildada y modales cuidados recae una acusación por estafas reiteradas contra funcionarios y municipios de diversos puntos del país. Se estima que se alzó con alrededor de $100 mil, luego de haber embaucado a por lo menos siete intendentes.

El mecanismo estaba aceitado. El estafador buscaba escenarios propicios: localidades no tan grandes y funcionarios de bajo perfil. Se hacía pasar por un miembro del área de Pediatría del Hospital Dr. Juan P. Garrahan o incluso por el propio director del centro médico porteño. Usaba dos nombres: “Doctor Antonio Latella” (que es verdaderamente un médico de planta del Garrahan) o “Doctor Darío Barsotti” (el auténtico subdirector de la esa entidad).

Haciéndose pasar por alguno de ellos, Eduardo R.B. llamaba a la comisaría del pueblo elegido. Con trato cordial y en términos medidos, pedía el número de teléfono del intendente y obtenía algunos datos básicos. ¿La excusa? Aseguraba que un chico de la zona que estaba internado en el hospital porteño había muerto. Y pedía dinero para trasladarlo de regreso. El “fallecido” siempre era Díaz, aprovechándose tal vez de lo frecuente que es este apellido.

Si su acting resultaba convincente, muchas veces la Policía se encargaba de hacerle de nexo y hasta le devolvía los llamados. En algunos casos, los propios agentes se encargaron de hablar con el intendente y explicar los “nobles” motivos de su llamada.

De esta forma, el estafador le hacía llegar al político de turno los datos de una cuenta bancaria a la cual debían transferirle el dinero. En los casos investigados por la Justicia, los pedidos fueron de entre 6.500 y 14.500 pesos.

Según pudo saber Clarín, en algunos casos el estafador simuló ser un director del Garrahan. Pero en otros se hizo pasar por el padre del pequeño fallecido o incluso por el chofer de la ambulancia que debía hacer el falso traslado. “A través de las escuchas confirmamos que llegó a sollozar para convencer a las víctimas”, le dijo a este medio la fiscal santafesina Milagros Parodi, a cargo del expediente.

Según se determinó, el estafador empezó a utilizar esta modalidad a fines del año pasado. “Los llamados fueron realizados entre el 11 de noviembre de 2015 y el 6 de mayo de este año”, detalló la fiscal Parodi.

La investigación, que llevó meses, incluyó escuchas telefónicas y el rastreo geográfico de los celulares utilizados por Eduardo R.B. Así se determinó que operaba desde la ciudad de Santa Fe y sus alrededores: Santo Tomé, Laguna Paiva, Recreo, Barrancas, Santa Rosa de Calchines, Helvecia, Cayastá y Colastiné, entre otros puntos.

Las víctimas que cayeron fueron los intendentes o empleados de las municipalidades de Perito Moreno y Caleta Olivia (Santa Cruz); Charata (Chaco); Tafí Viejo (Tucumán); La Quiaca (Jujuy); El Jardín (Salta); y Helvecia (Santa Fe). En los siete casos, el estafador consiguió que le hicieran depósitos en una cuenta bancaria perteneciente a un hombre con domicilio en la ciudad de Santa Fe.

“Decía que era el director del Garrahan y se identificaba como Antonio Alberto Latella, quien fue citado a declarar y confirmó que es médico de planta del hospital desde 1994. Además, en los registros consta que entre 2002 y 2007, Latella atendió a un familiar del detenido a raíz de un problema oncológico”, contó la fiscal.

En Helvecia, localidad que tomó trascendencia por el paso de los prófugos del triple crimen, el estafador llamó a la municipalidad, se comunicó con el intendente, Luciano Bertossi, y se presentó como el subdirector del Garrahan. Hasta ofreció su número de matrícula y teléfono. “Falleció en el hospital el hijo de una familia de Helvecia y no tienen forma de cubrir los gastos de traslado del cuerpo. Entre los médicos hicimos una donación pero no alcanza”, le dijo al jefe comunal, que accedió a depositarle lo exigido en una cuenta. Luego se dieron cuenta que nunca existió ese chico fallecido. “Todo fue en el afán de ayudar”, manifestó Bertossi.

Sin embargo, en al menos diez lugares intentó la maniobra y no le creyeron. Así pasó con los municipios de 28 de noviembre (Santa Cruz); San Isidro de Lules (Tucumán); San Bernardo (Chaco); Caimancito, El Carmen y Perico (Jujuy); Ibarreta (Formosa); Arauco (La Rioja); Bertis (La Pampa); y Villa Cañás (Santa Fe).

Tampoco cayeron en su engaño el intendente de Las Rosas y un senador provincial por el departamento santafesino Belgrano. Ambos denunciaron la maniobra ante la Justicia, lo que marcó el comienzo del fin para el estafador.

Ahora, el juez Eduardo Pocoví, de Santa Fe, le dictó la prisión preventiva al estafador serial, aunque le fijó una fianza de $50 mil. Buscan a un segundo sospechoso, también santafesino, que habría colaborado con el detenido y sería oriundo de San Justo.

Fuente: Clarin

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