¿Gestión de personas? La Ucasal resume tres tips para afrontar los nuevos desafíos

Vivimos en un siglo donde las nuevas generaciones rompen con los modelos sólidos que se imponían en las formas de aprender, de educar y el significado que tenían las instituciones. La interacción y dinámica entre las diversas generaciones que actualmente conviven dentro de una organización deberían ser vistas como algo positivo desde el punto de vista de que cada una, caracterizada y desarrollada en contextos históricos, económicos, tecnológicos muy diferentes, dan lugar a la diversidad y aportes heterogéneos, pero en la práctica es muy común que esta sea una de las principales razones de los conflictos que se generan.

Ante esta situación, la licenciada María Russo Maenza, directora de la Especialización en Inteligencia de Negocios, perteneciente a la Universidad Católica de Salta, señaló que esta modernidad líquida actual donde se impone lo efímero, lo mutante y los modelos se reinventan una y otra vez, dando lugar a nuevas demandas que las organizaciones deben satisfacer. Aceptar lo distinto. Tolerar lo diferente. Comprender que las personas valen por sus competencias laborales y, no por otros atributos que hacen a sus esferas privadas.

Ante este panorama, señaló que hoy más que nunca el rol del área de gestión de personas es hacer frente a estos cambios con nuevas políticas que respondan a las exigencias de una sociedad que necesita que las organizaciones motiven, impulsen, fomenten espacios para la creatividad, se reinventen, se aplanen en cuanto a sus estructuras y retengan a sus talentos.

Para hacer frente a esto, los profesionales de recursos humanos deben centrarse en tres ejes fundamentales a trabajar:

- El liderazgo: el primer problema que enfrentan todas las organizaciones. Antes que pensar en la capacitación a los empleados, es conveniente formar a los jefes o líderes que están al mando, dado que el trabajo del equipo dependerá del liderazgo que la persona a cargo ejerza. Dime como trabaja  tu equipo y te diré como lideras. Resultados diferentes, requieren acciones diferentes que provendrán de personas que aprendan a pensar y pensarse de maneras diferentes. Este aprendizaje habla de una transformación personal.

- El comportamiento organizacional: analizar con detenimiento el comportamiento permitirá diagnosticar fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas, y a partir de allí crear un plan de acción que dirija a la organización a la misión deseada, teniendo en cuenta los valores y la cultura que la rigen, manteniendo los comportamientos positivos y corrigiendo los negativos.

- Las competencias de los empleados: las destrezas, habilidades y conocimientos que cada una de las personas lleve a la organización son competencias que deben ser administradas, potenciadas y aprovechadas. Nunca se debe perder de vista el desarrollo de las mismas, entendiendo que son el capital intangible más importante con el que cuenta el área de desarrollo del talento humano para gestionar y trazar las políticas necesarias.

La Especialización en Dirección de Recursos Humanos, como carrera de Posgrado, pretende formar a los responsables de llevar adelante esta difícil tarea, contemplando todas las exigencias actuales de las nuevas generaciones y fuerzas laborales.