La defensa de Huergo y un planteo que quedó en papelón
Según trascendidos, Sebastián Espeche, abogado del empresario Matías Huergo, habría intentado neutralizar el fallo de la Cámara Federal de Apelaciones con un planteo de recusación en contra de uno de los jueces por supuesta “enemistad manifiesta”.
Justicia25/06/2019Sebastián Espeche, el abogado defensor del empresario Matías Huergo, el principal acusado en la causa denominada “facturas apócrifas”, es señalado en los pasillos de la justicia federal como el protagonista de un papelón, el que se habría gestado cuando la defensa planteó tras el fallo de la Cámara Federal de Apelaciones quiso invalidar el voto de uno de los camaristas.
Se trataría del juez Ernesto Solá, el camarista que habría redactado el voto principal del fallo que decidió rechazar la apelación de la fiscalía y confirmó no sólo la incompetencia parcial de la causa, sino también la detención de Huergo, el cliente de Espeche.
Frente a este revés, y según lo averiguado por fuentes judiciales a este medio, Espeche habría planteado una presentación de recusación por enemistad familiar manifiesta en contra del juez Sola, con quien tendría un parentesco y también entre ambos una supuesta desavenencia de larga data.
El defensor habría sostenido que su fallo, adverso para Huergo por su puesto, tuvo como base la supuesta enemistad aludida, con lo cual el abogado planteó que el fallo al que se arribó carece del rigor legal que exigía para zanjar la discusión de fondo.
Este planteo, según los trascendidos, ya habría sido desechado por la misma Cámara, tanto por extemporáneo como por lo poco y casi nada creíble de los argumentos aludidos por la defensa, la cual, al parecer, no encontró otro recurso y echó mano de este artilugio para intentar revertir el fallo adverso.
Los argumentos de este planteo, según lo revelado, no sólo llamaron la atención sino fueron considerados por poco un hazme reír, aunque algunos se mostraron más interesado en conocer más detalles de la supuesta desavenencia entre el magistrado y su pariente, un detalle desconocido hasta el momento.
El caso
Huergo, según el expediente, aparece el imputado más comprometido, un poco por la posición que ocupaba en las empresas SecSa y Arcadio, firmas que figuran como implicadas en la maniobras de fraude. Pero este empresario no es el único considerado pez gordo, pues también hay otros nombres, como el de Pablo Gauffin, ex secretario de Hacienda de la Municipalidad de Salta.
Le siguen Rubén Gerardo Romero, Aníbal Anaquín, otro ex funcionario, en este caso del gobierno provincial; Arturo Mimessi, Francisco Guzmán Garrido, Matías Esliman, Camila Muñoz y Sebastián Héctor Silva.
Todos ellos, según la causa, están acusados de perpetrar o participar de maniobras que derivaron, por un lado, a lograr la evasión fiscal y por otro, a través de la comisión de delitos penales, aprovecharse de dinero perteneciente al estado a través de la concesión de obras por montos millonarios.