Los daños por los abusos del cura Chauque: inestabilidad emocional, inseguridad, masculinidad
La situación del sacerdote, sin dudas, es muy delicada. Los informes psicológicos no sólo respaldaron los dichos de las víctimas, sino también describieron la grave afectación causada por los abusos sexuales sufridos.
Justicia29/10/2020Pasmado por las denuncias, el fiscal penal, Rodrigo González Miralpeix avanzó con el caso del cura Chauque Perales y, entre las primeras medidas, solicitó que las víctimas declaren en circuito cerrado de TV, una medida que demandó tiempo, aunque fue bastante esclarecedora.
En sus relatos, cada uno de los jóvenes que denunciaron a Chauque Perales por los abusos sexuales sufridos manos del mismo, uno en la parroquia Cristo Rey y el otro en Nuestra Señora del Tránsito, pudieron aportar no sólo detalles de los hechos sino también dejaron evidencias del daño que dejó en ellos los vejámenes sexuales padecidos.
A partir de las declaraciones y entrevistas con las víctimas, los profesionales de psicología de la fiscalía realizaron sendos informes respecto al perfil de los jóvenes sometidos, una prueba clave para determinar la veracidad del relato de las víctimas.
El resultado fue contundente: en ninguna de las declaraciones de las víctimas, los peritos encontraron rasgos o indicios de mendacidad, aunque sí resaltaron huellas del grave perjuicio psicológico de los abusos cometidos por Chauque Perales.
Respecto al joven abusado por el sacerdote en la parroquia Cristo Rey, en Villa Los Sauces, el reporte psicológico indicó rasgos de “inestabilidad emocional y sentimientos de inseguridad, con inadecuadas representaciones de lo masculino y defensas insuficientes que lo dejan desprotegido a la hora de enfrentarse a situaciones movilizadoras de afectos”.
Muy traumático
También mencionaron que “no se observaron indicadores de mendacidad o fabulación”, aunque se advierte que “ha pasado experiencias que no logra procesar adecuadamente ni inscribirlas en su psiquismo. Las mismas no son vivenciadas como agresivas pero si de orden traumático”.
En este caso, cabe señalar que el joven fue captado por el sacerdote cuando tenía 13 años, siendo abusado a partir de tocamientos impúdicos que se hicieron muy frecuentes desde el primer momento en que el sacerdote logró quebrar el equilibrio emocional del menor.
Con una presencia perversa sobre el joven, el sacerdote logró someter al niño a su antojo, sin que en ningún momento la víctima se quejara o reclamara por los abusos sufridos, pues había ejercido tanto temor en el adolescente que no tuvo el valor para rebelarse a los abusos.
“Yo sospechaba de la situación, pero no tuve la valentía de preguntarle por qué me hacía eso y tenía miedo de resistirme porque a veces se mostraba de manera agresiva”, reconoció el denunciante en su declaración. A esto se sumó el hecho de que su madre, “le tenía mucha confianza” al padre Chauque Perales.
Con la segunda víctima, a quien el sacerdote logró someter sexualmente en, al menos tres oportunidades, el perjuicio causado fue aún mayor, pues el joven abusado resultó bastante afectado por lo sucedido a manos del padre en la parroquia Nuestra Señora del Tránsito.
Los peritos indicaron que el joven presenta “rasgos de personalidad inmaduro y dependiente” con una grave presencia de “inseguridad afectiva”. Señalaron que los abusos causaron en la víctima un “auto-concepto y autoestima disminuidas y sentimientos de vulnerabilidad”.
Pena estimada
Además, mencionaron que “los mecanismos de defensa” utilizados ante la angustia son “la disociación y anulación”. También afirmaron que la víctima “presenta signos depresivos” e “indicadores compatibles con vivencias traumáticas de índole emocional y sexual”, las que dejaron fuertes “huellas en su psiquismo”.
Como en el caso anterior, los profesionales indicaron que “no se evidenciaron en su discurso y material proyectivo, indicadores compatibles con mendacidad”, con lo cual su relató sobre los abusos sufrido quedó bastante firme en la causa.
En vista de estos elementos, y con respecto a la primera denuncia, el fiscal no dudó en imputarle a Chauque Perales los delitos de “abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de su realización y duración agravado por ser el imputado ministro del culto católico”. Con respecto al segundo hecho, la fiscalía acusó al sacerdote de “abuso sexual con acceso carnal continuado agravado por ser el imputado ministro del culto católico”.
Estos delitos, contemplados en el artículo 119 del Código Penal, segundo y tercer párrafo, dejan al sacerdote a las puertas de una condena que podría oscilar entre los 4 y 15 años de prisión, una pena que claramente impide que pueda ser beneficiado con la libertad provisoria.
Desde su detención, Chauque Perales, arrestado el lunes en la parroquia de La Santísima Trinidad, ubicada en barrio Solidaridad, prefirió mantenerse en silencio. Eligió no declarar y espera a conocer el resto de las pruebas en su contra, las cuales podrían salir de sus dispositivos de almacenamiento electrónicos, entre ellos su teléfono celular, una Tablet y una computadora portátil, elementos que fueron secuestrados y ahora son motivo de pericias.