Alcohol, pastillas y golpes: un común denominador en las noches de Rangeón

Noches de violencia, sometimiento sexual y total desprecio surge del escrito presentado por la fiscalía para llevar a Pablo Marcelo Rangeón a juicio, donde podría recibir una pena de hasta 50 años de prisión.

Desde el 6 de marzo pasado, cuando fue detenido en la casa de un familiar en Colón, Cerrillos, Rangeón nunca previó que algo así podía sucederle. Con 42 años y en el esplendor de su carrera como promotor de modelos, incluso con un reconocimiento por su trayectoria en el Concejo Deliberante de Salta, nunca imaginó estar tras las rejas.

Ayer, su defensor Roberto Reyes, quien lo defendió desde el primer minuto adelantó su renuncia, un tanto por la comprometida situación procesal en que se encuentra el productor de modas y otro poco, por el maltrato recibido por no haber podido sacarlo de la cárcel.

Renunció el abogado de Pablo Rangeón por los malos tratos de su defendido

El panorama, sin dudas, es bastante oscuro para Rangeón, tal vez como las noches descriptas por sus víctimas, en las que pasaron de ser princesas a víctimas de violentos sometimientos sexuales, seguido de un total desprecio.

Sabrina Gerez, la primera ex modelo en abrir el dique de denuncias contra Rangeón, reveló un rosario de hechos que siempre terminaban con golpes y abusos sexuales extremos, escenas que se sucedieron por siete años al lado de su jefe.

Desde 2010, Gérez se unió a Rangeón, primero como una aspirante, para luego ser la encargada de la escuela de modelaje. Además, iniciaron una relación sentimental, la cual se gestó desde la dominación del productor, quien le había permitido a la joven residir en un departamento de su propiedad en calle Buenos Aires.

Producto de la investigación del caso, se concluyó que Rangeón incurrió en el delito de abuso sexual con acceso carnal continuado, pues todas las pruebas reunidas “vislumbra un acometimiento contra la reserva sexual” de Gerez por parte el acusado.

“La sometió sexualmente, en distintas oportunidades entre el año 2010 y 2017; siempre por la fuerza, la sostenía de las manos, la pateaba en las piernas para que no las mueva, le sacaba la ropa por la fuerza, y la tiraba en la cama, y ahí la sometía”, reza en la acusación.