Dentro de las denuncias en contra de Pablo Rangeón, acusado de abuso sexual una de las denunciantes, quien fue captada en su adolescencia, reveló que él mismo la vio en La Balcarce y le ofreció una tarjeta, pues le aseguró que tenía mucho futuro en el modelaje. La carnada volvió a ser suficiente, pues la joven aceptó y se incorporó, con el permiso de sus padres, en la agencia.
Nuevamente, en los primeros desfiles pasó desapercibida para Rangeón, pero a medida que pasó el tiempo, comenzó “a tocarme de una manera diferente; primero ponía la mano en mi cintura, después me tocaba la cola con la excusa de acomodarme la ropa”.
Rangeón decía que “yo estaba buena, que tenía cuerpo de modelo no como las otras gordas. El mismo me subía la remera y el mismo me mandaba a desfilar así…con prendas muy muy chicas y caladas”. Si se negaba, la amenaza con sacarla del equipo.
“Un día fue muy directo y me dijo que yo era la más linda de todas, que quería salir conmigo, que quería que sea su mujer y que me compraba todo absolutamente todo con tal de que saliera con él, pero siempre me negué”.
“Pero él siguió insistiendo”, incluso “una vez que me dijo que me compraba todos los pares de zapatos de Sarkany si me acostaba con él”, propuesta que siempre fue rechazada, razón por la cual terminó excluida y fuera de la agencia.
Pero ello no fue un alivio, pues el productor de modas se encargó de hacer correr el rumor de que era “una prostituta VIP”, por lo que comenzó a recibir varios llamados de hombres que le ofrecía dinero a cambio de sexo, sin saber que su ex empleador estaba detrás de esos rumores.
El tercer caso denunciado guarda la misma modalidad, siendo la víctima una menor de 17 años, quien aceptó en un boliche un trago de Rangeón, para luego perder el conocimiento y amanecer en un departamento, totalmente desnuda.
“Le puso pastillas a mi bebida. Yo me levanté totalmente desnuda, sin saber lo que pasaba. Me enojé y me quería ir. El me amenazó diciendo que si decía algo nadie me iba creer y que era una muerta de hambre”, a lo que agregó que “donde me cruce hablaría mal de mí”.
A partir del relato de estas tres denunciantes, la fiscalía llevó adelante una minuciosa investigación, a través de la cual se reunieron pruebas que permitieron imputarle al productor de moda los delitos de abuso sexual simple continuado, en dos casos, y abuso sexual con acceso carnal, en uno.