Una vecina de Sumampa, en Santiago del Estero, quedó en el centro de una tormenta judicial, después que la Dinaf retirara a sus seis hijos y saliera a la luz que cobró casi $800.000 en concepto de beneficios atrasados, pese a lo cual los menores a su cargo estaban en un estado deplorable.
Todo hizo eclosión días atrás. La Dinaf rescató a los niños ante firmes sospechas de abuso sexual además del evidente estado de abandono.
Abstrayéndose del estupor, las fiscales Pilar Palavecino y Cecilia Gómez Castañeda asistieron a los hermanos con médicos clínicos y licenciados en psicólogía.
Muy por debajo, todos temen que los excesos de la mujer, cercana al submundo de la prostitución, hayan salpicado a sus hijos.
La semana pasada fueron asistidos en Cámara Gesell varios hermanos y se viene una nueva y crucial sesión, con dos niños.
Enfrente, los abogados defensores Silvina Alejandra Sánchez Ominetti y Ariel Villagrán confían en poder limpiar el nombre de la acusada.
Si un pequeño revela los detalles oscuros del negocio prostibular de su madre, el horizonte puede mutar de gris a negro. Hasta hoy, las fiscales mantienen imputadas a cuatro personas.
Si un menor hablase de sexo abierto, se precipitaría una segura imputación por abuso, complicidad, participación, o corrupción de menores y entonces los involucrados deberían ser encarcelados. /El Liberal
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