La cúpula de la CGT resolvió en la tarde de este jueves no asistir a la reunión del diálogo social que ha sido convocada para la semana próxima por el Gobierno nacional, en una mesa donde también estarán los empresarios del Grupo de los Seis.
En un debate intenso, se impuso la postura del ala dura de la Confederación General del Trabajo ante el sector dialoguista o moderado. La discusión giró sobre las consecuencias del ajuste y la recesión en las actividades de la economía nacional, pero también sobre cómo tiene que pararse el sector obrero en este escenario.
El ala dura, con Pablo Moyano como referente, también impuso otra medida: que la central obrera acompañe la marcha de los movimientos sociales el 7 de agosto a San Cayetano.
Por otra parte, decidieron convocar al plenario de secretarios generales para definir qué otras medidas de fuerza adoptarán.
“El Gobierno no ha dado una respuesta positiva a dos temas que para nosotros eran fundamentales“, sostuvo Héctor Daer al término de la reunión. Se refería a dos reclamos puntuales que l CGT ha hecho a la Casa Rosada: la suba del mínimo no imponible del Impuesto de Ganancias y el pedido para que el Gobierno retire la apelación contra el amparo presentado por el capítulo laboral del DNU, esto, en el ámbito de la Corte Suprema.
Se trata de dos cuestiones que le plantearon la semana al secretario de Trabajo de la Nación, Julio Cordero, que había hecho la invitación a la mesa del diálogo social.
Daer cuestionó la reforma laboral del Gobierno.
“No estamos dispuestos a sentarnos en una mesa de conversación y de negociación tripartita cuando habíamos quedado en que íbamos a discutir la reglamentación y en el día de ayer ya el Gobierno reglamentó algo que también es nocivo de la reforma laboral, como esta figura de que un independiente puede tener tres colaboradores que no estarían nunca en relación de dependencia ni tendrían beneficios sociales“, destacó.
Otro de los temas que también se debatieron en la reunión de la cúpula gremial fue la situación de las obras sociales y la falta de respuesta del Ministerio de Salud que ha buscado reunirse con el ministro Mario Russo.