



Esta noticia no será muy agradable a quienes, volar, les genera cierto cosquilleo de temor: Es que, según el último ranking de Turbli, una plataforma especializada en medir turbulencias en vuelos, Argentina alberga algunas de las rutas más agitadas del planeta, apareciendo Salta entre ellas.
Por cuarto año consecutivo, Turbli ha publicado su informe anual, revelando que cinco de las diez rutas aéreas más turbulentas del mundo involucran ciudades argentinas. Y lo más sorprendente es que dos de estas rutas son vuelos domésticos.
El estudio, que analiza miles de itinerarios aéreos internacionales, utiliza una métrica precisa llamada tasa de disipación de remolinos (EDR) para clasificar las turbulencias en cinco niveles, desde leve hasta extrema. De acuerdo con estos cálculos, la ruta más turbulenta del mundo conecta Mendoza con Santiago de Chile.
Sin embargo, lo que nos concierne más de cerca es el tercer puesto del ranking. La ruta aérea que une Mendoza con Salta ha obtenido una puntuación de 19.825 puntos, lo que la coloca entre las tres más turbulentas del mundo. Esto significa que los pasajeros que viajan entre estas dos ciudades argentinas experimentan, en promedio, un nivel de turbulencia considerablemente alto.
¿A qué se debe esta alta incidencia de turbulencias en las rutas aéreas argentinas? Diversos factores geográficos y climáticos influyen en este fenómeno. La Cordillera de los Andes, con sus elevadas montañas y vientos fuertes, es uno de los principales causantes de las turbulencias en la región. Además, las condiciones atmosféricas inestables propias de ciertas zonas del país también contribuyen a este problema.





