Aguaray: “El pueblo cree que vengo con un bolso de plata pero soy un interventor Covid”
Interior30/11/2020Los conflictos sociales y una denuncia por el robo de caños de un gasoducto llevaron a que el municipio de Aguaray sea intervenido, en medio de una pandemia, con una importante caída en la recaudación. Una deuda de 19 millones de pesos y un pueblo que espera soluciones “mágicas”, es el difícil panorama con el que se encontró la gestión designada por el gobierno provincial.
En diálogo con InformateSalta, su interventor, Adrián Zigarán, hizo una diferenciación entre las intervenciones anteriores en la provincia, en épocas donde el coronavirus no existía. “El pueblo entiende de que los interventores vienen con un bolso con plata para traer soluciones y la realidad es que yo me encuentro en ser el primer interventor Covid. No hay ese plus que tradicionalmente traían los interventores, sino que somos uno más de los 60 municipios que están atravesando una crisis”, dijo.
En este sentido, subrayó que su llegada se produce por la causa judicial iniciada contra el ex intendente Enrique Prado, no por el déficit con el que se encontraron al inicio de la intervención hace 30 días.
“La gente de Aguaray mezclan el tema de la intervención como si hubiésemos venido a resolver el problema financiero cuando en realidad la intervención nace a partir de un conflicto por el robo de los caños. Estando en funciones nos encontramos con la deuda. Contamos con el apoyo del gobierno de la provincia, pero apenas tenemos 30 días en la intervención y es imposible que la provincia aporte de una sola vez 19 millones de pesos. La gente no lo entiende”, expresó.
Al complicado panorama se suma un paro de trabajadores municipales, que inició hoy ante la negativa de poder otorgarle un aumento del 20% a partir de noviembre y un bono de fin de año de 6 mil pesos.
“El paro arrancó hoy, a las 7 de la mañana, es ilegal porque no fuimos notificados 5 días antes por escrito ni nosotros, ni la Secretaría de Trabajo. Y aparte de eso, cometen el delito de no dejar ingresar a la gente que quiere trabajar y nos impiden sacar o entrar vehículos, herramientas, están boicoteando al municipio. No tenemos ninguna posibilidad, el diálogo está abierto, podemos charlar de todo, la realidad es que nos tenemos que atener a cómo vamos a ser asistidos desde Salta”, manifestó.
Asimismo, detalló que si el municipio recauda en un mes 17 millones de pesos, 16.5000 se gastan en sueldo. “Quedan 500 mil pesos para hacer operativo un municipio que requiere 2 millones de pesos, solo ahí tenemos un déficit de 1.500.000 para la parte operativa más la deuda de los 19 millones de pesos que sigue pendiente de pago”.
El trabajo para intentar cubrir ese déficit es constante y se están pensando en generar opciones para poder lograrlo, pero la realidad es que en 10 meses, Prado aumentó de 120 a 300 la cantidad de personas que trabajan como eventuales o planilleros.
“Tenemos un municipio de 15 mil habitantes con más de 600 personas que dependen del municipio. El municipio lo que recauda lo gasta en sueldo, entonces es financieramente imposible de llevar. La gente del pueblo están pendientes de la intervención a ver qué soluciones hay, quieren soluciones que no hubo en 20 años, en 30 días”, afirmó.
Finalmente, Zigarán explicó que hay una interna permanente que divide al pueblo en dos, que lo deja a él parado en el medio, tratando de “pilotear” las cosas para llevarles obras y otras cuestiones que el pueblo necesita.