Foto: Cuarto.com
Y claro, la sociedad está cansada de políticos que hacen de esta noble actividad el arte de lo posible, del vale todo, del hoy acá mañana allá. del todo para los míos. Al escándalo protagonizado por Soledad Gramajo, concejal electa de la ciudad de Salta, conduciendo de manera irresponsable un vehículo y presuntamente en estado de ebriedad, se suma otro escándalo, aunque seguramente pasará desapercibido.
Y es que la Cámara de Diputados de la Provincia, dio tratamiento a la renuncia a ese cuerpo del diputado por San Carlos, Eduardo Ramón Díaz, del departamento San Carlos. Si bien tiene mandato hasta 2023, envió una nota a la Cámara Baja para que a partir del mes de noviembre ocupe su lugar su hija.
El diputado Eduardo Díaz, deja su lugar a la suplente de la lista que participó en las elecciones del 2019, aunque curiosamente se trata de su hija.
Una clara estafa electoral a los sancarleños, quienes en el 2019 votaron y depositaron su confianza a una persona para que los represente, pero en un acuerdo entre padre e hija, el primero decidió que los restantes dos años de su mandato se los regalaba a su hija, a quien nadie votó.
Eduardo Ramón Díaz además fue intendente de Angastaco y está imputado por el delito de peculado en carácter de autor junto a su esposa Alicia Elvira Ríos, como partícipe necesaria, en una causa que lleva adelante la fiscal de Delitos Económicos Complejos, Ana Inés Salinas Odorisio -a raíz de una denuncia de la Auditoría General de la Provincia-, por irregularidades en la administración de la hostería municipal.
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