Salta destaca a nivel nacional como uno de los destinos preferidos para los argentinos para vacacionar, razón por la cual Infobae resaltó en una nota que publicó en su sitio Web las propuestas para todos los gustos, los precios competitivos y la belleza de los paisajes, que invitan a pasar unos días inolvidables.
La geografía llena de contrastes es un imán para las familias y amigos que encuentran qué hacer todo el tiempo. Hay actividades para todos. Hospitalaria, recibe con la sonrisa de los habitantes, orgullosos de su tierra, de la majestuosidad de la puna, de los Valles Calchaquíes y la exuberancia de la selva; de la identidad de cada región de su gastronomía, de los vinos de altura de prestigio internacional.
Algunos circuitos para explorar
La ruta del vino más alta del mundo está en Salta, en los departamentos de San Carlos, Cachi, Molinos y La Viña. Son unas 40 bodegas que se dedican al enoturismo, e invitan a destapar la botella. El vino es una buena excusa para descubrir lugares increíbles, como la Quebrada de las Conchas, en la ruta que va hacia Cafayate, con sus formaciones talladas por el viento y el paso del tiempo.
Cada lugar tiene su propio atractivo, como el manto de pimientos rojos de Cachi, con los que se hace el pimentón dulce. El pimiento tour es toda una atracción. Marzo, abril y mayo suelen ser los meses de cosecha, de tipo artesanal. Cachi invita a quedarse también por sus vinos y una belleza auténtica. Con 300 años de historia fue reconocido como uno de los 14 lugares elegidos como “pueblo auténtico” por el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación. Desde este lugar, se recomienda una visita a Seclantás, la tierra del poncho y Molinos, con sus tejidos y fiesta de alféreces. Todos los vinos de esta ruta son una invitación para los cinco sentidos.
Tocar el cielo con las manos es posible en la puna salteña. El famoso Tren a las Nubes nació como una iniciativa del presidente Hipólito Yrigoyen en 1916, quien se propuso impulsar el desarrollo económico en nuevas regiones del país, extendiendo las líneas de fomento.
Trepar hasta los 4.475 metros en Abra Chorrillos explica cumplidamente la leyenda que evoca el mítico nombre de Huaytikina, nombre del ferrocarril. Richard Maury, oriundo de Filadelfia y nacionalizado argentino, fue un ingeniero famoso por haber construido el ramal C-14 hoy conocido como El tren a las Nubes.
Una dosis de adrenalina
La naturaleza llama a la práctica de turismo aventura. El río Juramento es el paraíso del rafting y espera para lanzarse por 10 rápidos, de diferentes niveles de dificultad. Para tomar nota: pasando Dique Cabra Corral invita un descenso de 12 km de largo, de nivel intermedio. Un espejo de agua desafía a los más audaces, con la práctica de bungee jumping. Y hay más, hay un circuito de canopy que permite “volar” sobre el Río Juramento. El cable más alto está a 200 metros de altura. Se suman a las actividades en contacto con la naturaleza los paseos en motos de agua, lancha o catamarán, con el plus de pasar una noche bajo las estrellas pescando o bien, adentrarse en senderos rodeados de una naturaleza exuberante.
El Parque Nacional Baritú, con 72.229 hectáreas es uno de los parques con mayor biodiversidad. Es una selva de montaña que se desarrolla a una altura que va entre los 1800 y 2000 metros. Es el hábitat de pumas, yaguaretés, tapires, osos lavadores, entre otras especies. El senderismo y los safaris fotográficos son actividades ideales para disfrutar de la selva, flora y fauna tan diversa.
El relieve montañoso ofrece todo tipo de experiencias deportivas que incluyen una buena dosis de adrenalina. Entre ellas el mountain bike, actividad vertiginosa. Y quien quiera subir un escalón más, podrá llegar a la cima de la montaña para lanzarse en parapente y dominar el viento.