Tras allanarse el convento, la curia apuntó a la priora y la fundación de la Virgen del Cerro

El convento San Bernardo sigue siendo noticia a días de terminar el año, luego que durante meses estuvo en primera plana por el conflicto que mantuvo con el Arzobispado de Salta, y ahora volvió a generar revuelo con el allanamiento que tuvo esta semana para retirar de su interior a una religiosa que quería irse pero desde el carmelo le negaron su salida.

Ahora, desde el Arzobispado se manifestaron sobre lo ocurrido, considerando como responsables de esta situación a la madre superiora del convento, apuntando igualmente hacia María Livia y su esposo Carlos Obeid, de la fundación de la Virgen del Cerro, quienes mantienen un vínculo con las religiosas del claustro católico.

“Ilegal y con matices dramáticos”, así calificó el fiscal la retención indebida de una monja en el Convento

Según la información que compartió El Tribuno, el padre Oscar Ossola, en representación del Arzobispado, consideró que “la responsabilidad es 100% de la superiora del convento”, deslindando a la autoridad eclesiástica de lo ocurrido con la retención a esta mujer. “No tiene nada que ver”, subrayó agregando que acompañan el actuar de la Justicia, estando a su disposición.

También consideró importante “investigar la injerencia de terceras personas laicas que evidentemente influyen en la decisión de la superiora”, en relación a María Livia y Carlos Obeid, quienes gestionan las actividades en el cerro donde se venera esta advocación de la virgen María, no reconocida por la curia. En este punto afirmó que Livia y Obeid entraron por un portón lateral  al convento, mientras las autoridades judiciales esperaron por horas que les abrieran la puerta.

“Sin lugar a duda, son los que influyen en las decisiones de la madre superiora”

Por su parte el abogado del Arzobispado, Eduardo Romani, dijo al matutino que el mismo miércoles de este episodio, fueron notificados de la situación de la monja en cuestión, con el pedido del patrocinador de la familia que monseñor Mario Cargnello interviniera pero, por la restricción de acercamiento, éste fue quien presenció el procedimiento. “Tenemos que saber qué sucede adentro; lo que pasa ahí solo Dios sabe”, espetó.