Mientras los funcionarios y concejales discuten extensamente alternativas para regularizar la circulación y estacionamiento de los colectivos de turismo en la ciudad, los ómnibus siguen provocando daño y causando caos vehicular como si nada. Los salteños seguimos pagando los platos rotos.
La denuncia la realizó un bar ubicado en Santa Fe y Juramento. El acto irresponsable del colectivo destrozado el piso y dañadas las tapas colocadas durante las obras. Volvieron a reclamar por las pelotas de acero que incomodan a conductores y peatones.
La iniciativa es de una vecina, quien inició un petitorio en internet para que el convento San Bernardo luzca como en la Salta de ayer, con árboles de naranjos en su vereda. La propuesta pasó las 1000 firmas. ¿Te sumarías?