Pasó en Cerrillos: Desobedeció alcoholizado una orden judicial, fue a la casa de su ex y terminó preso

Un hombre de 31 años fue condenado a 2 años y 9 meses de prisión efectiva por violar las restricciones impuestas tras haber sido previamente condenado por violencia de género. El acusado se presentó en estado de ebriedad en el domicilio de su expareja, en el barrio Los Paraísos de Cerrillos, pese a tener vigente una prohibición de acercamiento y una consigna policial en el lugar.

El hecho ocurrió el pasado 13 de julio, cuando el agresor causó disturbios intentando ingresar a la vivienda, golpeando puertas y ventanas, e ignorando las advertencias del personal policial presente. Dado que ya contaba con antecedentes y una pena condicional anterior, el juez de Garantías 7 del distrito Centro, Pablo Zerdán, lo declaró reincidente y unificó la pena en prisión efectiva tras un juicio abreviado.

Simesen: “La violencia empieza de forma silenciosa y termina siendo física o sexual”

La fiscal penal de Violencia Familiar y de Género N° 1, Verónica Simesen de Bielke, representó al Ministerio Público Fiscal en la causa, donde el acusado admitió su responsabilidad en el delito de desobediencia judicial.

El delito de desobediencia judicial está previsto en el artículo 239 del Código Penal argentino, que sanciona a quien “resistiere o desobedeciere a un funcionario público en el ejercicio legítimo de sus funciones” con pena de prisión de 15 días a un año. Aunque su marco penal es bajo, la reiteración o el incumplimiento de medidas cautelares judiciales, como las prohibiciones de acercamiento en casos de violencia de género, puede derivar en condenas de cumplimiento efectivo, especialmente si existen antecedentes o reincidencia.

Habló la joven que denunció a Pablo López: "Los audios son reales, nadie se come el verso"

En la práctica, sin embargo, muchas personas incumplen estas medidas con total impunidad. Según diversas fiscalías, el respeto a las restricciones impuestas por la Justicia en casos de violencia familiar es alarmantemente bajo, y las víctimas suelen quedar expuestas a nuevos episodios de agresión pese a tener medidas dictadas a su favor.

Este caso en Cerrillos se convierte en un precedente importante, al mostrar que el sistema judicial puede hacer efectivas las sanciones cuando se violan las disposiciones, aunque aún son muchos los casos donde las medidas no alcanzan para frenar el hostigamiento.