La “Argentina olvidadiza”: Celulares, llaves… y una motosierra

Sociedad30/12/2025
“Argentina olvidadiza

Hay un segundo exacto —casi siempre al final del viaje— en el que la mente se adelanta al cuerpo. Ya estás pensando en pagar, bajar, mandar un mensaje, correr una conexión o saludar a alguien. Y en ese pestañeo, algo queda atrás: apoyado en el asiento, rodando al piso o abandonado en una bandeja de control.

Lo curioso es que, en los últimos años, la distracción empezó a dejar estadísticas. Las apps publican rankings anuales. Los aeropuertos tienen procedimientos formales (y plazos). Y en los colectivos, donde el sistema es más “artesanal”, aparecen reglas no escritas que dependen de la línea, la cabecera y la buena voluntad del chofer.

Este informe reúne listas, patrones y anécdotas que parecen ficción… pero no.

Taxis y apps: el ranking que más se parece a nosotros
 

Lo que más olvidan los argentinos (lista anual)

Uber difundió un reporte para Argentina con un top claro: se pierde, sobre todo, lo que usamos para vivir “en modo bolsillo”.

Top 10 de objetos olvidados (Uber – Argentina):

Celular
Llaves
Mochila
Billetera
Anteojos
Ropa
Auriculares
Pasaporte
Cigarrillo electrónico (vape)
Termo / botella de agua

Y hay un dato que parece escrito por un guionista: el momento más “peligroso” para olvidarse cosas es el sábado entre las 21 y las 22.
La explicación suele ser simple: fin de semana, cansancio, salidas, cambios de plan. Cuando el viaje se convierte en trámite, el cerebro lo archiva como “rutina” y baja la guardia.

Han llegado a encontrar olvidada una motosierra.

Las pérdidas insólitas: cuando la realidad supera al meme
En el mismo reporte aparecen objetos que no deberían estar jamás en la categoría “me lo olvidé”:

Una motosierra.
Dos kilos de milanesa de pollo.
Un maple de huevos.
Dos matafuegos.
Un picaporte.
No es solo gracioso: revela un patrón. Lo insólito suele ser lo que llevamos “por única vez”, fuera de costumbre. Y lo que no es costumbre, no entra en el checklist mental.
 

Otra lista anual que se volvió clásico: Easy Taxi (hoy parte de Cabify)
Easy Taxi (actualmente dentro del ecosistema de Cabify) dejó una radiografía muy citada en medios porque incluye porcentajes precisos. El resultado confirma lo obvio (celular al tope), pero también cuenta una historia de época: la vida entera en un dispositivo.

Ranking con porcentajes (Easy Taxi / Cabify):

Celulares: 68%.
Documentos personales: 10%.
Laptops: 9%.
Llaves: 6%.
Tesis o materiales de estudio: 4%.
Otros: 3% (vapeadores, ropa, termos, botellas, mochilas).
Ese “otros 3%” es el territorio del anecdotario: lo que se apoya en el asiento “por un segundo” y después ya no está.
 

Si fue taxi en CABA: el caso BA Taxi (y por qué conviene pedir ticket)
En la Ciudad de Buenos Aires, BA Taxi (Gobierno porteño) ofrece un canal específico:

Si el viaje fue pedido por BA Taxi: se puede denunciar el objeto perdido desde la app.

Si NO fue pedido por BA Taxi: se puede escribir a [email protected] o llamar al 5030-9150 (24 h, todos los días).
Y hay una recomendación práctica que vale oro para cualquier nota de servicio: si no pedís por app, pedí el ticket. Ahí suelen figurar datos claves del viaje para rastrear el vehículo.
 

Colectivos: donde no hay ranking nacional… pero sí un “código” de recuperación

A diferencia de las apps, los colectivos urbanos no tienen una lista anual unificada a nivel país (demasiadas empresas, líneas y jurisdicciones). Pero sí existe un patrón operativo que se repite: cuando aparece un objeto, suele quedar resguardado en el “control” o cabecera.

Un chofer que se viralizó en redes —y luego fue replicado por medios— explicó el procedimiento con una frase simple: “Siempre tratamos de devolverlo”, y agregó que los objetos olvidados “los dejamos en el control” para que el pasajero los retire en la terminal/cabecera.

Lo que más suele aparecer en un colectivo (por pura lógica del viaje)

Sin estadísticas oficiales consolidadas, la experiencia cotidiana dibuja un top bastante estable:

Bolsas y mochilas (apoyadas en el piso o el asiento).
Camperas y buzos (el “clásico” del invierno).
Útiles escolares y libros (sobre todo en horarios de entrada/salida).
En colectivo, el olvido tiene una marca: sucede cuando te parás apurado, el chofer abre, te empuja la marea de gente… y tu mano no vuelve a mirar el asiento.
 

Aeropuertos: el lugar donde se pierde lo más caro… en el menor tiempo
En un aeropuerto pierdes cosas por dos razones:

Te obligan a vaciar bolsillos y recomponer tu vida en segundos (controles, bandejas, escáneres).
El viaje te pone en modo urgencia: pantallas, puertas, cambios, embarque.
Si perdiste equipaje o un objeto: ¿a quién se llama?
Aeropuertos Argentina recomienda una distinción clave:

Si perdiste valijas o efectos personales durante el viaje, consultá con tu línea aérea.

Si el extravío ocurrió dentro del aeropuerto, hay que comunicarse con la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) del aeropuerto correspondiente.

Qué hace la PSA con los “hallazgos” (y cuánto tiempo los guarda)
La PSA denomina “hallazgos” a los objetos perdidos remitidos a su custodia y detalla un esquema con plazos:

Se guardan 90 días.
Luego se publican 30 días en el Boletín Oficial.
Si nadie los reclama, pueden donarse o destruirse.

En una donación vinculada a Ezeiza, la propia PSA enumeró parte del botín involuntario de la distracción viajera: ropa, cochecitos de bebés y paraguas.

Ezeiza como ejemplo: dónde consultar
En el caso de Ezeiza, hay guías de atención que indican mostradores y canales de contacto para objetos perdidos y la intervención de PSA.

Micros de larga distancia (cuando ya no es “olvido”, es reclamo)
En larga distancia entra el mundo del ticket de bodega y la denuncia formal. La CNRT indica:

Conservar pasaje y ticket del equipaje despachado.
Hacer el reclamo a la empresa dentro de las 24 horas de finalizado el viaje.
La empresa tiene cinco días corridos para responder.
Si no hay solución, existen canales de denuncia y seguimiento.

“El triángulo” de pérdidas

Celular + llaves + billetera lideran siempre porque cumplen tres condiciones:

Se usan en el último minuto (pagar, llamar, chequear).
Van en mano o en bolsillos inestables.
Al bajar, tu cabeza ya está en otra escena.

Auriculares y anteojos son los campeones silenciosos: no pesan, no molestan, no hacen ruido cuando quedan atrás.

Los objetos perdidos cuentan una historia íntima del movimiento argentino: el termo que se va con el apuro, la mochila que queda por mirar el celular, el pasaporte que aparece justo cuando ya estás en la puerta de embarque. Y también cuentan algo más: que la distracción tiene horarios, rutinas y hasta un día estrella.

Porque sí: a esta altura, ya lo sabemos. El verdadero viaje no termina cuando llegas. Termina cuando miras el asiento por última vez.

Por Xavier María Ferrera Peña

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