¿Cuáles son los cultivos transgénicos que se utilizan en Argentina?

Nacional 10/05/2021
cultivos soja transgenicos (2)

Los cultivos transgénicos son semillas modificadas genéticamente con organismos de otras especies. Esto permite mejoras en el rendimiento de los cultivos, a la vez que garantiza resistencia frente a plagas o enfermedades. 

En Argentina, los principales cultivos transgénicos son la soja, el maíz y el algodón. Por otro lado, en 2017, se aprobó el cártamo transgénico con fines industriales, lo que implicó la primera adopción de un cultivo que produce una enzima de uso agroalimentario.

En esta nota, repasamos qué cultivos transgénicos se producen en Argentina y qué clases existen según su tolerancia a los distintos agentes. 

Cultivos transgénicos en Argentina

Como ya adelantamos, en nuestro país, la soja, el maíz, el algodón y el cártamo son los cultivos transgénicos aprobados. El principal, sin dudas, es la soja que hace más de una década se siembra casi en su totalidad con variedades transgénicas tolerantes tanto a herbicidas como a plagas.

Las semillas transgénicas de maíz, por su parte, constituyen más del 97% de la superficie sembrada. En este caso, la mayoría tienen características híbridas que combinan tolerancia a herbicida y resistencia a insectos, al igual que sucede con los cultivos de algodón.

El cártamo es de desarrollo local y se cultiva en una pequeña superficie. Este se utiliza para producir quimosina bovina en semillas: una enzima necesaria para la producción de quesos.

cultivos soja transgenicos (1)

Clases de cultivos transgénicos

Actualmente, existen diversas variedades de cultivos transgénicos que se distinguen a partir de las características de su resistencia. Así, pueden clasificarse en tolerantes a herbicidas, a insectos o híbridos. 

A continuación, repasamos en qué consiste cada una de estas clases de cultivos transgénicos y cómo son sus características más importantes.

● Cultivos tolerantes a herbicidas

Generalmente, los productores utilizan herbicidas para controlar malezas. Estos evitan el crecimiento de hierbas dañinas, pero tienen un poder residual que puede dañar o afectar los cultivos.

Los cultivos tolerantes a herbicidas son semillas modificadas para evitar el daño de estas sustancias. Así, los cultivos tolerantes al glifosato, por ejemplo, permiten que este herbicida controle las malezas sin afectarlos. 

● Cultivos tolerantes a insectos 

La resistencia a insectos a través de la ingeniería genética permite proteger a los cultivos frente a determinadas plagas. Esto se consigue con proteínas insecticidas presentes en los tejidos de las plantas.

La proteína insecticida más utilizada son las Cry, presente en la bacteria Bacillus thuringiensis. Estas proteínas activan el sistema digestivo de la larva, provocando la parálisis del mismo. De esta manera, el insecto deja de alimentarse y muere a los pocos días.

● Cultivos híbridos

Los fitomejoradores buscan la posibilidad de tener en una misma planta más de un rasgo protector. Así, los cultivos híbridos combinan las características de resistencia a insectos y a herbicidas.

Ambos rasgos se acumulan en el mismo cultivo, creando una planta más fuerte y resistente. Así, esta clase de cultivo se caracteriza por su tolerancia tanto a las principales plagas del país como también a los diversos herbicidas existentes en el mercado. 

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