En Embarcación, vendedora enfrentó a ladrón que apuntó con un arma a su hermana

Dentro de los múltiples hechos de la ola de inseguridad que están reportándose a lo largo y ancho de la Provincia, en las últimas horas InformateSalta se hacía eco de los robos que estaban sucediendo en Embarcación, donde entre otros hechos asaltaron un quiosco ubicado en la calle 25 de Mayo de esa localidad.

En medio de la conmoción por lo ocurrido, en la noche de este lunes se registró otro robo a metros de este quiosco, en esta oportunidad en un local de ropa de calle 9 de Julio donde dos malvivientes intentaron llevarse el dinero de dos vendedoras, apuntando a una de estas con un arma de fuego al rostro.

Ivana es la propietaria del local quien, en diálogo con el medio UVC Canal 10 comentó lo que vivió junto a su hermana. “Estábamos trabajando cuando ingresaron 2 personas, una de ellas consultó por ropa, mi hermana se acercó para ofrecerle, le preguntó por ropa para niños”, comenzó su relato.

A esto señaló que ella bajó la cabeza para ver una carpeta cuando escuchó al hombre decir “¡Esto es un asalto!” por lo que levantó la vista y vio que le estaba apuntando con un arma de fuego, aparentemente un revolver. “Me dice ‘dame todo lo que tengás’, me retira el teléfono, me dice que le de toda la plata”, recordó la damnificada quien contó que fue hasta la caja con la intención de darle el dinero mientras observaba a sus hijas que estaban presentes en el local.

“Me dijo ‘dame todo’ y me apuntó a la cara”

En ese momento, la hermana enfrentó al malviviente tomándolo del brazo y obligándolo a apuntar con el arma hacia el techo. “Comenzaron a forcejear, mi hermana le decía que ya venía la policía mientras lo sacaba hacia afuera, ahí él logra sacarle el teléfono”, sumó la vendedora. Mientras tanto el cómplice del ladrón encendió una moto gris en la que se desplazaban y a bordo de este rodado se escaparon.

La vendedora los describió como dos jóvenes altos y de contextura delgada, de aproximadamente 25 años de edad. Uno de ellos usaba un barbijo marrón, gorra y campera camuflada. “Ya quedamos con miedo, ya no sabés con qué intención va a entrar la gente, este chico consultó por ropa y mi hermana se le acercó amablemente”, subrayó para concluir su relato.