A 5 años de la histórica final entre River y Boca: la condena a Matías Firpo, el agresor que obligó a jugarla en Madrid

El domingo 21 de agosto de 2022 volvió a ser noticia. Matías Sebastián Nicolás Firpo quiso entrar al estadio Monumental con una identificación falsa para presenciar un partido del equipo del que es hincha pero del que tiene prohibido ingresar en la cancha, cuando ya pasaron cuatro años de la histórica final entre River y Boca de la Copa Libertadores, que se jugó en Madrid por su responsabilidad.

A Firpo se le aplicará el derecho de admisión por tiempo indeterminado debido al incidente del 24 de noviembre de 2018 cuando el micro de Boca pasaba por la intersección de las avenidas Del Libertador y Monroe, a pocas cuadras del Monumental, y él fue uno de los que lo atacó a piedrazos y botellazos provocando la rotura de ventanillas e hiriendo a Pablo Pérez en un ojo.

Este hincha fue detenido dos semanas después de lo ocurrido y sentenciado a dos años y cuatro meses de prisión, aunque finalmente cumplió la pena con 180 días de trabajo comunitario dispuestos por la Justicia.

La agresión de Firpo derivó a que el encuentro se suspendiera y posteriormente se lo trasladara a Madrid, en el Estadio Santiago Bernabéu, lugar que el equipo de Marcelo Gallardo se consagró campeón al triunfar por 3 a 1.

Ese domingo 21 de agosto, Firpo intentó ingresar al Monumental con otro carnet ya que tiene derecho de admisión desde aquella agresión. Sin embargo, fue detectado por personal de la Dirección Autónoma de Eventos Deportivos de la Policía de la Ciudad.

Se le impidió la entrada y se le labró una contravención. La detención fue realizada en la previa del encuentro que River le ganó a Central Córdoba por 3-0. Los efectivos policiales reconocieron al involucrado mientras intentaba entrar a la cancha por el canal familiar con una menor y portando el carnet de otra persona.

Pablo Pérez, futbolista de Boca por entonces, quedó herido en un ojo por la agresión de Firpo.

Los agentes lo reconocieron y lo siguieron hasta la línea de Tribuna Segura, donde finalmente lo demoraron, evitaron su ingreso y se labró una contravención. En ese hecho tomó intervención la fiscalía especializada en eventos masivos a cargo de Celsa Ramírez.

“Gracias al programa Tribuna Segura, detuvimos a Sebastián Firpo tratando de entrar al Monumental con el carnet de otra persona”, confirmó Marcelo D’Alessandro, ministro de Seguridad de la Ciudad, en aquel momento.

El agresor que llevó la final entre River y Boca a Madrid: un socio

Firpo fue socio de River entre 2009 y 2012. Tras darse de baja, recuperó su status en 2015. Hasta 2018, el hombre vivía en Lomas de Millón, un barrio de la localidad de Ramos Mejía, en La Matanza, y según trascendió en su momento, trabaja como mecánico.

Firpo había conseguido su entrada para la superfinal de la Libertadores de 2018 como el resto de los socios. A través de la página de venta de River (era miembro de la comunidad “Somos River”, quienes suelen comprar pases cuando termina el turno de los abonados), pagó entonces $800 por una popular Centenario Alta, donde solían ir los hinchas visitantes.

Firpo, ingresando al Monumental tras la agresión al micro de Boca.

Pero el tan esperado partido no se pudo disputar ese 24 de noviembre. Cuando el micro de Boca estaba a unas pocas cuadras del Monumental un grupo de hinchas de River lo atacó. Volaron piedras, sobre todo. No solo fue dañado el rodado, sino que algunos jugadores, como el entonces mediocampista xeneize Pablo Pérez, sufrieron las consecuencias de la agresión. Incluso, quedaron afectados por gas pimienta que la Policía utilizó para dispersar a los violentos.

Diez días después del hecho, Firpo fue detenido en su casa porque su accionar quedó registrado en las cámaras de seguridad y las municipales. Acordó en un juicio abreviado una condena de 2 años y 4 meses.

Fue entonces que la fiscal Adriana Bellavigna lo imputó por los delitos de daño agravado por tener lugar en el marco de un espectáculo deportivo; lesiones leves dolosas agravadas por haberse cometido con motivo o en ocasión de un espectáculo deportivo; daño agravado, por tratarse de un bien de uso público, atentado a la autoridad; daño agravado por haberse provocado en ocasión de un espectáculo deportivo, impedir la realización de un espectáculo deportivo de carácter masivo con concurrencia pública.