En el marco del proyecto que busca eliminar el uso de celulares en las escuelas y colegios, Sergio Gravosky, vice director del Instituto de Educación Media (IEM) e investigador en escritura digital, reconoció que “el problema es real y tiene un fuerte condimento de adicción”, aunque aseguró que “prohibirlo no es la solución”.
Gravosky manifestó que muchos alumnos no tienen otro dispositivo para estudiar. "En la mayoría de las escuelas públicas, los estudiantes no disponen de otro medio para conectarse, trabajar o leer", señaló.
Para él, en lugar de prohibiciones, se debería apostar por la alfabetización digital. “Los jóvenes tienen conocimientos muy avanzados en tecnología, y el trabajo serio debería enfocarse en educarlos sobre el uso adecuado de las TIC”, añadió.
Por último, destacó que el celular, si se utiliza correctamente, puede ser una herramienta productiva en el aula. "Más que prohibir, se trata de entender y enseñar cómo aprovechar esta tecnología para mejorar la educación", concluyó.