Tras semanas de tensiones internas, amagues de ruptura y la fuga de cuatro intendentes del PRO del interior bonaerense, el gobierno de Javier Milei acordó con el macrismo un reparto más favorable en las listas legislativas provinciales, en un intento por asegurar gobernabilidad y respaldo parlamentario ante posibles vetos presidenciales. La decisión implicó también la marginación del asesor estrella Santiago Caputo, que apenas retuvo un nombre en las nóminas.
Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y encargada del armado electoral, fue quien "tuvo la lapicera" en la distribución. El PRO logró 8 lugares seguros entre los 30 legisladores "entrables" y otros 2 en zona gris, más 160 concejales en toda la provincia. Patricia Bullrich, por su parte, colocó 5 nombres en las listas. Caputo, en cambio, solo obtuvo una banca en la Tercera Sección Electoral, misma que antes ocupaba Nahuel Sotelo.
La reconfiguración busca blindar la estrategia legislativa del oficialismo frente a las leyes aprobadas recientemente por el Senado, como el aumento de las jubilaciones y bonos, la prórroga de la moratoria y la emergencia en discapacidad. Estas iniciativas implican un impacto fiscal de hasta 2,5% del PBI y serían vetadas por Milei, quien ahora necesita los "87 héroes" que garanticen el rechazo de eventuales insistencias parlamentarias.
El pacto con el PRO también abre una posible alianza electoral en la Ciudad de Buenos Aires para los comicios nacionales del 26 de octubre. Jorge Macri, con quien Milei mantenía una relación distante, logró conservar el control de su municipio en Vicente López, sin invasión libertaria, y colocar el segundo nombre en la lista de diputados bonaerenses en la Tercera Sección.
Otros nombres clave del acuerdo fueron Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, quien encabezará la lista de senadores en la Primera Sección, y Guillermo Montenegro (Mar del Plata), que liderará la nómina de diputados por la Quinta.
La contracara fue la reducción de influencia de Santiago Caputo, estratega comunicacional y jefe de las "Fuerzas del Cielo", que quedó relegado del armado territorial. "Caputo está golpeado, se resignó a no tener candidatos en las listas", admitieron fuentes libertarias.
El acuerdo se selló a contrarreloj, tras el portazo de los intendentes macristas de Junín, 9 de Julio, Pergamino y Puan, que se alinearon con el armado de "Somos Buenos Aires" liderado por los hermanos Passaglia. Esa fractura amenaza las chances libertarias en la Segunda y Cuarta Sección Electoral, bastiones agropecuarios claves.
Con un peronismo dividido entre el espacio de Axel Kicillof y La Cámpora, el fortalecimiento del eje LLA-PRO perfila un nuevo escenario electoral en la provincia de Buenos Aires, donde la disputa territorial será tan decisiva como las alianzas de cúpula.
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