Psicología de las apuestas deportivas: 5 sesgos mentales que afectan tus resultados

Tecnología22/10/2025
deportes

Las apuestas deportivas requieren de un análisis exhaustivo, horas de dedicación a estudiar estadísticas, estados de forma y tácticas de los equipos. Sin embargo, a menudo se pasa por alto al adversario más influyente y difícil de vencer: la propia mente. 

Lo cierto es que nuestro cerebro busca ahorrar energía a como dé lugar, y para ello busca atajos, simplificaciones mentales que nos ayudan a tomar decisiones rápidas en la vida cotidiana. Estos atajos, conocidos como sesgos cognitivos, son eficientes, pero pueden convertirse en trampas costosas en una actividad analítica como las apuestas.

El sesgo de confirmación

Esta es la tendencia natural de nuestro cerebro a buscar, interpretar y recordar información que confirma nuestras creencias preexistentes. Si tenemos la corazonada de que un equipo va a ganar, inconscientemente empezaremos a buscar datos que apoyen esa idea. 

Es probable que demos más importancia a sus victorias recientes o a la opinión de un analista que coincide con la nuestra, mientras que ignoraremos los datos que lo contradicen. Este sesgo nos lleva a buscar justificaciones para una apuesta que ya hemos decidido emocionalmente, en lugar de hacer un análisis objetivo de las cuotas que ofrece la casa de apuestas

Se puede combatir este sesgo buscando activamente argumentos en contra de nuestro pronóstico.

La falacia del jugador

Este error de razonamiento consiste en creer que los resultados pasados de un evento aleatorio influyen en los resultados futuros. 

El ejemplo clásico es lanzar una moneda: si sale cara cinco veces seguidas, muchos creerán que es más probable que la siguiente vez salga cruz porque “ya debe tocar”, pero la probabilidad sigue siendo la misma. 

En el deporte, esto se traduce en pensar que un equipo que lleva varios partidos empatando tiene menos probabilidades de volver a empatar, cuando cada partido es un evento independiente. 

El sesgo de exceso de confianza

Encadenar varios aciertos seguidos produce una sensación de euforia y control. Sin embargo, también puede activar el sesgo de exceso de confianza, que nos lleva a sobreestimar nuestra propia habilidad para predecir resultados. 

Un apostador afectado por este sesgo puede empezar a sentirse infalible, lo que puede hacer que pierda el rumbo de sus métodos, lo que podría traducirse en un aumento del tamaño de las apuestas de forma imprudente o empezar a apostar en deportes y mercados que no domina porque se siente en racha.

El sesgo de retrospectiva

Este sesgo se manifiesta después de que un evento ha concluido, haciéndonos creer que el resultado era mucho más predecible de lo que realmente parecía. 

Tras una gran sorpresa, es muy común escuchar a la gente decir “se veía venir” o “yo ya sabía que iban a perder”. Si bien este sesgo no nos hará perder una apuesta en sí mismo, sí nos impedirá aprender de nuestros errores.

Si te convences a ti mismo de que ya sabías lo que iba a pasar, no realizarás de forma crítica por qué tu pronóstico inicial fue incorrecto. 

Estos sesgos forman parte de la psicología humana y es imposible eliminarlos por completo, pero al ser conscientes de que existen, podemos identificarlos e intentar combatirlos activamente.

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