Los policías acusados de “torturas” están detenidos en la Guardia de Infantería

Eran las 20 hs., cuando los efectivos se presentaron en el Juzgado de Garantías 2 tras el pedido de detención de la fiscalía de Derechos Humanos.

Tal como lo adelantó Informatesalta, de manera exclusiva, en las últimas horas se produjo la detención de un alto jefe policial y dos subalternos, cuyas capturas había sido solicitadas por el fiscal de Derechos Humanos, Gustavo Vilar Rey, en el marco de una causa penal abierta por los delitos de “torturas” y “coacción”.

La detención de los policías, cuyas identidades fueron reservadas por este medio a fin de no entorpecer el accionar de la justicia, se produjo alrededor de las 20, luego de que el comisario Yugra, Tolaba y Chilo se presentaran en el juzgado de Garantías 2, a cargo del juez, Ignacio Colombo, quien hizo lugar al pedido de la fiscalía de Derechos Humanos.

Tras conocer la causa de detención, el juez dispuso que personal policial de la jurisdicción, de la Comisaría Sexta, traslade a los imputados a las instalaciones de la Guardia de Infantería, donde quedaron alojados a disposición del fiscal Vilar Rey.

Mañana, en las primeras horas, los tres policías serán conducidos a la Fiscalía de Derechos Humanos, en calle Santiago del Estero al 600, donde se realizará la audiencia de imputación y posterior indagatoria de los acusados.

Trayectoria conocida

Como este medio lo adelantó, Yugra, Tolaba y Chilo está acusados de haber sometido a torturas con picana eléctrica a Rodrigo Emanuel Chavarría, un joven conocido en el ambiente delictivo, tanto por reiteradas estafas cometidas haciéndose pasar por policía, gendarme y hasta por hijo de reconocidos abogados.

Entre ellos se encuentra los penalistas Roberto Elio Gareca y Luis Agüero Molina, a quienes conoció cuando denunció al ex concejal, Guillermo Capellán por el delito de abuso sexual, siendo el primero de los letrados su defensor y el segundo ex juez de Instrucción Formal 5, a cargo de la investigación de dicho escándalo.

El supuesto abuso sexual, del cual se dijo que se trató de una maniobra orquestada por el ex gobernador, Juan Carlos Romero, junto a periodistas del diario El Tribuno y una radio local, para restarle poder a Capellán, quien comenzaba una ascendente carrera política, se extendió en el tiempo sin llegar a una resolución clara de lo sucedido.

Una vez que el escándalo perdió trascendencia, Chavarría quedó bajo el ala del abogado Gareca, quien luego terminó por renegar del joven, puesto que él mismo comenzó una carrera delictiva a costa de hacerse pasar como hijo del letrado romerista.

Idéntica situación sucedió con el abogado Agüero Molina, quien al igual que Gareca, terminaron destituidos de sus cargos como jueces por mal desempeño en sus funciones. Chavarría, en tanto, siguió su carrera delictiva hasta que cayó detenido por una serie de estafas cometidas en perjuicio de un empleado del banco local Más Ventas, hecho que lo llevo a la cárcel por más de cuatro años.

Al salir, Chavarría, que entre otras maniobras era especialista en hacerse pasar como integrantes de fuerzas armadas, como policías e incluso gendarmes, volvió a sus andanzas y eligió el mercado municipal San Miguel.

Escarmiento

En este centro comercial, el joven decía ser investigador de la Brigada y así lograba secuestras varios celulares a distintos clientes, a quienes le hacía creer que el aparato era robado y que debía incautarlo, utilizando para ello el apoyo de jóvenes policiales uniformados, quienes creídos de que era oficial de la Brigada prestaban su colaboración y hasta las esposas para hacer falsas detenciones.

Por este hecho, Yugra inició una investigación con sus subalternos que desembocó en la detención de Chavarría, a quien antes de entregarlo a la justicia, sometieron a una serie de “torturas” a modo de escarmiento por hacerse pasar por policías de la Brigada.

Entre las agresiones, Chavarría denunció que fue picaneado en los testículos y los glúteos, hecho que fue comprobado por el médico forense, Carlos Eveling, del Poder Judicial, quien reportó que los genitales presentaban rastros del paso de electricidad.En vista de ello, el fiscal Vilar Rey, quien sumó otros elementos en su investigación, terminó por pedir la detención de Yugra, Tolaba y Chilo, quienes ahora enfrentan la posibilidad de ser enviados a juicio por un delito, propio de la dictadura militar.

Fuente: www.informatesalta.com.ar