Mientras teje, José cuenta que aprendió este oficio de su padre, quien a su vez, lo aprendió de sus padres. Tejen ponchos de lana de llama y de oveja.
En esta ocasión, el telero trabaja en un poncho de 2,10 largo x 1,40 de ancho. El proceso completo, abarca los siguientes pasos: esquilar la lana, hilar para hacer las madejas y lavar la lana hasta dejarla blanca.

Luego el teñido a leña en tachos de 40 litros. Una vez hervida, añade las tinturas de color. Cuando la lana está teñida, se procede a enlisarla.
Después se arma la urdiembre y se teje por tres días. Una vez que la pieza está lista, se unen las mitades y se teje la boca para el cuello. Los flecos se tejen por separado y luego se cosen a la pieza terminada.
De este arte se desprende el valor de cada pieza única realizada manualmente con estas técnicas de tejido ancestral.
Esta actividad se realiza mancomunadamente entre el Museo Güemes, el Mercado Artesanal y el Municipio de Seclantás.
Quienes deseen ver tejer al telero, pueden hacerlo de 11 a 19 en el Patio del Museo Güemes (España 730).





























