Un informe de Unicef advirtió que son aproximadamente 8,8 millones las niñas y los niños que experimentan carencias monetarias o de algunos de los derechos fundamentales, considerados en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec.
Dos de cada tres niñas y niños de Argentina (66%) son pobres por ingresos o están privados de derechos básicos, como el acceso a la educación, a una vivienda y a condiciones de agua o hábitat seguros, según un informe presentado este jueves por Unicef y realizado en base a datos oficiales del Indec.
"La magnitud y persistencia de la pobreza generan la necesidad urgente de proteger las partidas presupuestarias destinadas a infancia y adolescencia", afirmó Luisa Brumana, representante de Unicef Argentina, durante la presentación realizada en las oficinas de la organización en el barrio porteño de Retiro.
Según el informe, son aproximadamente 8,8 millones las niñas y los niños que experimentan carencias monetarias o de algunos de los derechos fundamentales considerados en la EPH.
Además, 3,7 millones enfrentan ambos tipos de privaciones simultáneamente: es decir, 3 de cada 10 chicas y chicos viven en hogares con ingresos insuficientes y, al mismo tiempo, tienen al menos un derecho básico vulnerado.
"Esta situación, que refleja el núcleo más duro de la pobreza, se mantiene desde hace más de seis años", se advierte en el estudio denominado "Pobreza monetaria y privaciones no monetarias en niñas, niños y adolescentes en Argentina".
Uno de los indicadores que más refleja las dificultades económicas del país también es el Índice de Precios al Consumidor, que en enero marcó 6%, cortando una racha bajista en los últimos meses del año. Diciembre de 2022 había marcado 5,1% de aumento.
Con respecto al mismo mes de 2022, el aumento fue del 98,8%, de acuerdo con el informe dado a conocer por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
UNA FAMILIA NECESITÓ $163.539 EN ENERO, PARA NO SER POBRE
La canasta básica total (CBT), que define el umbral de la pobreza, aumentó 7,2% en enero, según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), por lo que una familia tipo, de cuatro integrantes (dos adultos y dos chicos en edad escolar) necesitó $163.539 para no ser considerada pobre.
En tanto, la canasta básica alimentaria (CBA), que establece la línea de la indigencia, marcó también una suba del 7,2%, por lo que ese hogar requirió de $72.043 para cubrir sus necesidades básicas para subsistir.
Así, tanto la CBT como la CBA registraron un alza muy superior a la inflación, que fue del 6%, según el Indec, con una fuerte suba en alimentos.
Según el informe oficial, la CBT, que comprende alimentos y otros bienes y servicios básicos, como transporte y vivienda, ascendió a $52.925 mensuales por persona en enero, mientras la línea de indigencia -que incluye la cobertura alimenticia imprescindible- se ubicó en $23.315.
Las canastas que miden la pobreza y la indigencia se ubicaron por encima de la inflación tanto en su medición mensual como en la interanual -que fue del 6% en el mes y del 98,8% en la comparación del mismo mes del año anterior-, ya que las variaciones de la CBA y de la CBT resultaron de 7,2% en el mes y de 109,8% y 108%, respectivamente, en términos interanuales.