Los robos en los cementerios son hechos que a pesar de ser lugares que debieran respetarse por los vivos no suceden. Son escenarios de distintos hechos de inseguridad y delictivos. Quizás la oscuridad, las grandes dimensiones de los predios y sobre todo objetos valiosos como placas de bronce y otros detalles, son el imán para los delincuentes.
Recientemente un joven 21 años fue detenido el sábado pasado en la localidad de Campo Santo. El ladrón está domiciliado en el barrio 17 de Agosto del municipio de General Güemes, tiene antecedentes de robo a cementerios desde que era menor. Las primeras incursiones delictivas quedaron registradas en el cementerio Cristo Rey de General Güemes, cuando solía ingresar junto a familiares también menores de edad.
Según reporta El Tribuno, el joven ladrón realizó al menos 24 ingresos al cementerio de Campo Santo, desde octubre del año pasado hasta la fecha.
Con la detención del muchacho de 21 años, las familias que realizaron denuncias por el robo a nichos, donde descansan los restos de sus seres queridos. Saben que no recuperarán los objetos robados ya que estos fueron reducidos en las chatarrerías de General Güemes.
De acuerdo a voceros cercanos a la investigación, el lugar ya se encuentra identificado, pero suponen el o los dueños se deshicieron de los objetos robados por tratarse de elementos muy comprometedores.
Infraganti
Efectivos de la Comisaría 2 llevaron a cabo distintas acciones tendientes a seguir los pasos del sospechoso. Vigilancias implementadas siguiendo una línea investigativa. El sujeto fue detenido el sábado cerca de las 15 cuando llegaba a bordo de una moto con la intención de llevarse un botín que había acumulado la noche anterior, y estaba listo para ser extraídos para su posterior venta.
Los robos al cementerio camposanteño se incrementaron los últimos meses del 2023, en más de una oportunidad el encargado del lugar se presentó en la comisaría 2 para realizar la denuncia correspondiente, cuando notó que en varios nichos habían sustraído objetos metálicos, como plaquetas, cruces, porta retratos e imágenes, sustracciones que se hacían visibles por las marcas que quedaban en la pared, al ser retiradas.
"Ellos esconden aquello que logran sacar de los nichos o mausoleos, haciendo palanca con una barra metálica, en covachas que se encuentran vacías, para pasar a buscarlos en otro momento. Trepan por las paredes laterales, para hacerlo más rápido, rompen los ladrillos huecos haciendo una especie de escalera, que les facilita el ingreso o el escape, lo hacen con gran agilidad, eso lo comprobé cuando sorprendí a uno de ellos pero ni siquiera lo pude seguir", declaró el encargado en uno de los tantos robos descubiertos.
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