Los elegidos: “Belleza americana“

“Bendecidos por la varita mágica del Señor. Dotados de un talento único y universal. Así como dichosos, obligados a ofrecer sus recursos al resto de la humanidad. Estos personajes nacieron con lumbre propia, con un ángel celestial. Dedicados a ciudadanos ilustres, con fuego sagrado en su interior, que vinieron a hacer de nuestro mundo, un sitio mejor…”

Episodio 3: “Belleza americana“

Antes que nada ni nadie te recibe una sonrisa. Como si fuese una entidad propia, te abraza, te hospeda, te mima. Luego viene ella, la persona. ¡Y que flor de persona! No es la modelo contratada. Es la propietaria, la creadora, la dueña. Madre, hermana, amiga. Soñadora y sobre todo, por encima de todo, resiliente como todo bien, de gente. 

En Av. Uruguay 881, de la Ciudad de Salta, se centra algo más que un universo capilar y estético. En Campos Estilistas, las cabelleras se encuentran para alimentar sus almas. Hay calidez, ese ambiente que te invita a la amistad, al afecto, a la conexión. Hay terapias psicológicas, de parejas, nacen proyectos, se afianzan vínculos, surgen casamientos. Por supuesto que también hay chismes, peluqueria sin fin. 

Ana Florencia Campos, la capitana del equipo, parece ser imbatible. Le surge una fuerza interior que es un tren, sin frenos. No pierde sensualidad en el medio del fragor laboral. Mientras posa para Loreal, da clases, revisa la marroquinería y controla una novia lista para el altar. Chica Natural Feeling es su otro emprendimiento y no le pierde pisada en las redes. A la vez, posa los ojos en su hijo Simón. Allí hace una pausa. Muestra debilidad. Necesita babero, pero lo disimula. Es madre por encima de todo. Conecta con el heredero con las motos. Descarga su tensión con el squash. Hereda la pasión antoniana y futbolera por Gustavo, su padre. Observa, repite, aprende. 

Pasan decenas, cientos, miles de clientes. Atiende de a uno y todos a la vez. Hay personajes anónimos, hay clientes habituales y también de los populares, los famosos. Los atiende con la misma pasión. Es un terremoto de emociones. Tan sensible, que  en sus momentos de fragilidad se refugia en la fe. Su Virgen tatuada, muestra cual es su sostén en las épocas de turbulencia. Mientras tanto, ella sigue volando. 

No se olvida de sus orígenes austeros, de las tristezas en su niñez. Con lágrimas en los ojos ve todo lo construido y siente gratitud. Orgullo y muchas gracias le manifiesta a sus hermanas y a su progenitor como motores imprescindibles de todo su presente.

Sueña cómo todos y ejecuta cómo pocos. Tiene en sus manos, el talento de acaparar tijeras, peines, secadores y máquinas de corte, de manera conjunta. Hace del color su marca y su especialidad. 

Conclusión. Ella es el color. Cómo la estrella del sol, tiene ese calor de los elegidos. Se dice peluquera, estilista, pero es una artista. Se dice tanto de su luz, de su lámpara y su cable, que se transformó en única e inolvidable.