La economía que viene después de las elecciones: Dólar, precios y reformas, qué dicen los analistas

Economía19/10/2025
dolar

Por Facundo Iglesia

Quedan apenas cinco ruedas de mercado antes de las elecciones y hoy los análisis están concentrados en qué aspecto tendrá la economía después del 26 de octubre. Es que las finanzas nacionales están entrampadas entre la proximidad de los comicios de medio término, las inconsistentes decisiones del Palacio de Hacienda y, sobre todo, la promesa de un rescate estadounidense: cada tuit del secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, genera una exagerada reacción de los mercados. En este panorama de volatilidad, los empresarios demandan más reformas e incluso el flamante aliado del gobierno, Mauricio Macri, exige “pasar de la estabilidad al crecimiento”.

“Argentina estuvo impulsando un programa económico que este año exigió dos salvatajes distintos, uno del Fondo Monetario Internacional (FMI) y otro ahora del Tesoro americano”, dice al portal del Diario RÍO NEGRO Sebastián Menescaldi, director de la consultora EcoGo. Según afirma, el plan del gobierno, que consistió en una “dolarización endógena” (es decir, no emitir pesos y esperar que los argentinos usen los dólares en vez de pesos) no funcionó: no solo porque los ahorristas no sacaron los dólares de abajo del colchón para sus gastos corrientes, sino porque el esquema, que resultó útil para bajar la inflación, no permitió que crecieran la producción, los ingresos y el empleo.

“El gobierno va a tener que hacer un reseteo económico después de las elecciones”, afirma Menescaldi, haciéndose eco de analistas de todos los pelajes. ¿Qué pasará con el dólar y los precios? ¿Se vienen más reformas? Este diario habló con expertos y compiló los escenarios más probables.

La economía después de las elecciones: ¿se van las bandas?

En abril, tras firmar un préstamo de 20 mil millones de dólares con el FMI, el gobierno adoptó un esquema de “bandas cambiarias”: es decir, el dólar flota entre dos valores que aumentan de a 1% por mes (hoy, el piso es $940 y el techo $1.488). Si el tipo de cambio supera este último valor, el Banco Central está autorizado a vender reservas para defender el peso. Economistas de todo el espectro ideológico advertían que el dólar, a ese precio, estaba muy barato. O lo que es lo mismo: que la moneda nacional estaba sobrevaluada artificialmente.

Es que la administración Milei eligió tener el dólar pisado para priorizar la desinflación y dejó pasar varias oportunidades para acumular reservas y potenciar el crecimiento de la actividad. En septiembre, en la previa de las elecciones bonaerenses, el Tesoro argentino empezó a quemar dólares en el mercado de cambios incluso antes de que el tipo de cambio tocara el techo de la banda (creó “bandas dentro de las bandas”, al decir del economista Christian Buteler). Días después, intervino el Central. Y luego, directamente el Tesoro estadounidense “compró pesos” (es decir, vendió dólares) para contener la corrida y apuntalar a Javier Milei.

Hoy, pocos dudan de que, tras las elecciones legislativas, se vengan correcciones al plan económico en general y al esquema cambiario en particular. Un informe de Morgan Stanley plantea tres posibilidades: que el gobierno decida mantener las bandas (pero retocándolas para permitir la acumulación de reservas y que el techo llegue a $1.700), que vaya a una flotación administrada y (el escenario menos probable) que la administración cumpla su promesa de campaña y dolarice la economía. La moneda está en el aire y en gran parte depende del resultado del 26.

La visita de Javier Milei a la Casa Blanca para refrendar el rescate estadounidense no trajo calma a los mercados, sino todo lo contrario. Cuando quedó claro que el salvataje estaba condicionado por los resultados de las elecciones, los bonos y acciones se desplomaron, a pesar de la aclaración posterior del ministro de Economía. Parece que el almuerzo en el Salón Oval no llegó a despejar las dudas de los inversores sobre el paquete de ayuda estadounidense, que así complicó un informe del banco multinacional británico Barclays.

El documento advirtió por cuatro escenarios. Por un lado, que lo de Bessent sea “un espejismo” y que el anuncio de rescate no sea más que “un puente comunicacional” hasta el 26. Por el otro, que lo de Bessent sea pura “procrastinación” y que el gobierno mantenga el peso sobrevaluado, arriesgándose a una crisis macroeconómica. Este panorama implicaría un alto costo político para Trump, ya que se leería que los contribuyentes estadounidenses “rescataron” a los tenedores de deuda argentina. Los dichos de la titular del FMI, Kristalina Georgieva, apuntan a que la administración modifique el régimen cambiario, pero Bessent insiste en que las bandas siguen firmes.

También se menciona la posibilidad de que EE UU se baje tras una derrota del gobierno en las legislativas, un escenario que se volvió más probable luego de que Trump y Bessent confirmaran que el rescate depende del resultado. “No seremos generosos con Argentina si [Milei] pierde”, sentenció Trump.

Finalmente, se plantea un cuarto escenario en el que los fondos de Bessent no alcancen para calmar el apetito de dólares preelectoral de los argentinos. Esto ya sucedió el jueves, cuando el dólar subió de 1405 a 1430 pesos en el Banco Nación a pesar de la intervención del Tesoro estadounidense. Si los argentinos creen que se viene una devaluación luego del 26, es probable que se mantenga la voracidad por el billete verde, por más dólares baratos que venda Bessent. Barclays dice que si las presiones siguen, el gobierno podría reinstaurar algún tipo de cepo para contener la sangría.

En este panorama incierto, llegan las legislativas. Para Pablo Repetto, jefe de research de la Aurum Valores, el cambio de esquema “va depender mucho del resultado electoral, más que del apoyo de Estados Unidos”.

Para Repetto, sin embargo, cabe la posibilidad de que un excelente resultado electoral para el oficialismo, sumada a la así garantizada asistencia norteamericana, envalentone al gobierno a “sostener el esquema tal como está”. En lo que él llama “un escenario base”, es decir, sin una victoria clara para ninguno de las dos principales fuerzas en pugna, “el gobierno deba relanzar un poco su esquema cambiario y monetario”.

“Debería permitir que la tasa de interés sea un poco más baja: que siga siendo una tasa real positiva, pero que permita que fluya el crédito, porque si no el crecimiento se va a estancar y también corregir el esquema cambiario”, afirmó, y agregó que el gobierno debería comprar y acumular dólares. “A la larga lo que te blinda verdaderamente es tener un banco central con un buen stock de reservas, no el swap de Estados Unidos o el préstamo del Fondo Monetario”.

La economía después de las elecciones: qué reformas y cuándo

En el Coloquio de IDEA, Caputo, anunció que el Gobierno impulsaría una reforma laboral y tributaria y negó una devaluación, algo que los asistentes daban por descontado por lo bajo. Sin embargo, para algunos empresarios, eso no sería suficiente.

“La reforma laboral es muy importante, pero hay otros factores fundamentales: yo tengo que facturar y eso tiene que ver con los costos”, dijo a Diario RÍO NEGRO Daniel Rosato, presidente de Industriales PYMES Argentinos y CEO de la Papelera Rosato, que recuerda que, según el INDEC, la industria está usando apenas el 59% de su capacidad instalada. “Yo podría tomar una persona con menores costos de cargas sociales o [el gobierno] podría exterminar la industria del juicio, pero si yo no tengo trabajo, no puedo competir y no me mejora mucho la situación”, agrega Rosato.

Para el industrial, el gobierno debería abordar los altos costos energéticos y tributarios, implementar tasas de interés diferenciadas para la industria y potenciar las exportaciones manufactureras.
“Nosotros necesitamos que la industria crezca, se desarrolle y acompañe el crecimiento que están teniendo, por ejemplo, los sectores energético, petróleo, gas y minero en provincias como Río Negro, Neuquén, San Juan y Catamarca”, afirmó Rosato.

Caputo, mientras, prometió “la eliminación de muchos impuestos, la baja de otros, la simplificación del régimen tributario” e “importantes incentivos para desarrollar el ahorro interno”. Días atrás, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, afirmó que Argentina se encaminaba hacia “un acuerdo comercial bastante inédito dentro de EEUU” que permitiría “a ciertos sectores de nuestra economía tener un acceso privilegiado al mercado norteamericano”. Al cierre de esta nota, no había detalles sobre ninguno de estos anuncios.

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