Las “juanitas” invadieron el norte de la provincia. ¿Se suman a la lucha contra el dengue?

Es que estos bichos, de hábitos nocturnos, atraídos por la luz de los focos dejan sus escondites y se hacen dueños de la ciudad, obligando a los vecinos a quedarse en sus casas, para evitar ser víctimas del pestilente olor que lanzan los insectos cuando se sienten en peligro.

Dueñas de las calles

En la última semana han copado parte de las calles, veredas y edificios y más de un peatón que circulaba por una arteria céntrica se ha llevado ese feo recuerdo del mal olor reinante.

En los municipios de Orán y Tartagal se multiplicaron en los últimos días las consultas y pedidos de fumigación ante el notable avance de los bichos.

Sin embargo, desde el municipio de Orán aclararon que por el momento no se tiene previsto realizar fumigación alguna.

Por el contrario, en Embarcación sí recurrieron al veneno para tratar de controlar a la plaga: “Se está fumigando en los espacios públicos, como ya lo veníamos haciendo con la campaña contra el dengue”, afirmaron.

Idéntica situación se presenta en Colonia Santa Rosa, lo que motivó que pidan asesoramiento sobre el tema al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, donde remarcaron que prestarán asistencia técnica a quien lo solicite, pero que después todas las acciones de control y erradicación de la plaga son responsabilidad de los municipios.

Las “juanitas” se reproducen rápidamente, cada hembra entierra entre 12 y 16 huevos de los que, 56 días después, nacerán las larvas. A partir de allí se trasladan a las zonas pobladas atraídas por la luz. A raíz de esto en Embarcación se llegó al extremo de apagar los focos del alumbrado público para no atraer a los insectos con su desagradable olor.

Algunos expertos desaconsejan fumigar a estos bichos porque consideran que tienen un ciclo vital limitado y una vez concluido desaparecerán. Así se esperanza un vecino de Embarcación, quien señaló que “eso decían los viejos de antes, esto ya pasó alguna vez y, según parece, en 10 o 15 días se van solitas”.

Olorosas pero inofensivas

Es importante resaltar que existen alrededor de 50 especies conocidas de “juanitas” y que ninguna de ellas resulta peligrosa para la salud humana. Una de las especies más comunes son las llamadas Calosoma argentinensis, que es la que estaría presente mayormente en el norte.

Al respecto, el director de Defensa Civil de la Municipalidad de San Ramón de la Nueva Orán, Manuel Gutiérrez, afirmó que “un error común es confundirlas con cucarachas, pero en este caso son boticarios, conocidos popularmente como ‘juanitas’, que resultan ser inofensivas para las personas. No transmiten enfermedades”

Similar opinión hubo desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, donde aconsejaron no tenerle miedo al insecto y que en definitiva el único inconveniente que ocasionan es el mal olor que despiden, pero que no afectan la salud.

Los motivos de la invasión

Todas las fuentes consultadas, el Ministerio de Ambiente, el INTA y profesionales en Biología, indicaron que es difícil determinar una causa única sobre esta abundancia de insectos que afecta no sólo el norte salteño, sino también sectores de Jujuy y Santiago del Estero.

Los cultivos de soja, algodón y alfalfa en las cercanías de las ciudades afectadas propician la presencia de las juanitas, que se alimentan de larvas y orugas, las cuales abundan en estas plantaciones.

También se especula con que los agroquímicos hayan liquidado a sus predadores naturales, lo que permite que las juanitas se reproduzcan sin ningún tipo de control natural.

Y, por último, está el factor climatológico, porque la combinación de calor y humedad, típica en esta época del año en el norte, favorece la proliferación de la juanita.

¿Son enemigas del dengue?

La juanita es beneficiosa para los agricultores, ya que no sólo elimina a aquellos insectos que afectan los cultivos con la finalidad de alimentarse, sino que también lo hace por su carácter meramente agresivo, una cualidad bastante extraña en el reino animal o de los insectos.

De hecho, son verdaderas asesinas que matan por el sólo hecho de matar.

Inclusive hay noticias de que en la década del 60 se vendió este tipo de insectos para el control biológico en jardines y viveros que pretendían erradicar plagas sin recurrir a sustancias tóxicas.

Control

No se descarta que entre las medidas que se tomaron para evitar el dengue se haya sumado, sorpresivamente, un nuevo aliado, ya que se sospecha que el mosquito Aedes aegypti está sufriendo las consecuencias de convivir con esta verdadera asesina que es la Calosoma argentinensis, más inocentemente conocida como “juanita”.

Fuente: Diario El Tribuno