¿Es posible conseguir una pareja en Internet?

Hoy existen muchas formas de conocer gente, incluso desde la comodidad del hogar, o sin la necesidad de movernos de nuestro escritorio. Las redes sociales y las páginas web de contacto son algunas de ellas, y hay cifras que reafirman esta tendencia creciente.

Según estudios, el 80% de las personas declaró haber conocido a su pareja en el mundo real, es decir por relaciones laborales, porque alguien los presentó, o se conocieron en la universidad, en una fiesta o un boliche. Pero existe otro 20% que dijo haber conocido a la otra persona en Internet. Este porcentaje, que crece año tras año, tiene como punto de encuentro una red social, una web de citas o una aplicación.

Conocer fotos, videos, gustos, estados y publicaciones de la vida de esa otra persona genera un primer acercamiento, allana los caminos y es la puerta de entrada que muchas veces antes, en la vida real, llevaba tiempo conocer.

Pero además se puede dialogar, intercambiar opiniones, conocer de sus gustos. Internet y la tecnología en general, han cambiado el modo en que la gente se enamora y, de hecho, muchos lo consideran positivo por el hecho de que permitió acortar distancias, conocer gente y ha ayudado a las personas tímidas a comunicarse mejor.

Relaciones de todo tipo

Es sabido que a la hora de entablar una relación on line, algunas personas buscan diversión y aventuras esporádicas y otros, relaciones estables. La red está plagada de webs para encontrar pareja.

Todas tienen diseños atractivos, además de servicios similares, como buscadores, tests de personalidad y algunas, hasta un chat. Hay mucho ejemplos de estas páginas como Skokka,  Loventine, Badoo, Match, Zonacitas, entre otros.

En ellas se puede conocer gente, con diferentes orientaciones sexuales, y para todos los gustos y edades. Incluso se puede elegir la ciudad para facilitar, si todo va bien, un encuentro real.

Es cuestión de animarse, ya que con la tecnología todo cambia, incluso la manera de conocer gente, y hay buenas experiencias de parejas, que nacieron desde Internet.

¿Falta de compromiso?

Los vínculos entre personas del sexo opuesto o del mismo sexo se circunscribían a dos figuras: el matrimonio –para aquellas parejas sólidas, donde la legalización del vínculo era una prueba de compromiso-, o la amistad, cuando no había una atracción como para iniciar un vínculo amoroso.  Sin embargo, gana terreno en los tiempos actuales, sobre todo entre personas de entre 18 y 40 años, las relaciones casuales.

Estos vínculos fuera de las categorizaciones rígidas o tradicionales, con reglas más flexibles entre los integrantes, pueden implicar no necesariamente una falta de compromiso, aunque sí se relaciona con las dudas o temores a asumir responsabilidades a largo plazo.

Esta flexibilidad de las formas, por fuera de los mandatos sociales o familiares tradicionales, pueden basarse en la generosidad y la honestidad, en la felicidad compartida, más allá de que dure o no “para siempre”, o no sea bajo el mismo techo.

No hay que tener miedo a estos vínculos, que como dijimos no refieren a una falta de compromiso, sino que establecen una nueva forma de relación con la sexualidad, sin intenciones de formalizar.