Disturbios en El Préstamo: "Los estudiantes, además del descontrol, contaminan el dique"

Sigue la conmoción por la muerte de Cintia Tapia en medio de los “festejos” por el día del estudiante en el camping El Préstamo, colindante al dique Cabra Corral. En el medio quedó en evidencia los desmanes, el descontrol y el consumo de drogas o alcohol por parte de los adolescentes en el lugar.

Ahora, se suma la mugre, la basura y la contaminación que los mismos dejan en el lugar. Desde el catamarán La Martina lograron filmar cómo los chicos arrojaban piedras y botellas al ojo de agua, divirtiéndose a las risotadas, sin importarle las consecuencias que eso genera en el medio ambiente.

InformateSalta dialogó con Lucas, dueño del catamarán, quien desde su embarcación filmó los videos. “Tiraban lo que encontraban a la orilla, piedras, palos, botellas de plástico o vidrio, una de éstas pegó con otra y se rompió; cuando baje el agua va a quedar todo ahí”, informó.

Así se llevaban 'parte' de la basura que quedó. Foto cortesía Catamarán La Martina.

El trabajador comentó que todo comenzó cuando una pelota cayó al agua, y los chicos intentaban recuperarla arrojándole objetos, lo que luego se desvirtuó tirando más basura “que produjo mi malestar”, señaló.

Lucas precisó que, tras los “festejos” de cada año, queda mucha basura en el dique y en el camping. Si bien destacó la labor desde el municipio de limpiar todo, “lo que tiran al dique ya no se saca, esa queda”.

También lamentó que cada primavera los vecinos y trabajadores del embalse deben sufrir con los estudiantes, no los deja trabajar y los perjudica: “Que no se haga más esta fiesta, siempre queda la mugre; no se puede dormir, queman lo que encuentran, el año pasado quemaron las tarimas de los catamaranes, la gente no quiere venir porque les roban o rompen los autos, estaría bueno que ya no los dejen pasar desde el día anterior”.

Sobre este punto, precisó que los estudiantes suelen llegar el día previo al 21 de septiembre, para cavar un pozo donde esconden las bebidas alcohólicas, para evitar los controles de la policía, y luego la consumen una vez que se instalan con sus carpas.