La presencia de Soledad Gramajo, la edil que fue tapa de medios nacionales por manejar a "upa" de otro hombre, no pasó desapercibida en el edificio del Concejo Deliberante, de Av. Libano.
Tras su llamativo ingreso al recinto por una puerta secundaria y sin dar declaraciones, todas las miradas apuntaron al momento de la jura y el encuentro con la intendenta Bettina Romero, quien pese a pertenecer al mismo espacio político, fue muy crítica.
Sin embargo, nada de eso ocurrió. Minutos antes que Gramajo pasara al frente y prometiera respeto a la Carta Magna, la que dio la sorpresa fue justamente Bettina Romero, quien se retiró del recinto sin dar demasiadas explicaciones.
La silla vacía fue un reflejo de la tensión con Gramajo, a quién evitó cruzarse luego de las acusaciones de un lado y del otro. Sin dudas, otra de las perlitas que dejó el recambio del cuerpo deliberativo.