El ex futbolista y DT Juan Kairuz enfrenta una posible condena como agente de la dictadura

Jujuy 05/06/2022
juan

Como otros tantos represores que con astucia supieron camuflarse tras los años de dictadura cívico militar en la Argentina, algunos llegando a ser reconocidos profesores universitarios y otros distinguidos entrenadores deportivos, el caso del tucumano Juan de la Cruz Kairuz no es la excepción.

El jueves 26 de mayo el ex DT de Juventud Antoniana de Salta fue uno de los 19 -de 20- acusados en el marco de la megacausa que comenzó hace cuatro años por crímenes de les humanidad cometidos en perjuicio de 121 víctimas.

La Fiscalía Federal de la Unidad Fiscal de Jujuy solicitó prisión perpetua para cuatro acusados y penas de entre 7 a 25 años de prisión para otros 15 acusados, entre los que está Kairuz.

El fiscal federal Federico Zurueta pidió 7 años de prisión efectiva para Juan de la Cruz Kairuz, quien se desempeñó como oficial auxiliar de la Policía jujeña, prestó servicios en la comisaría 24 y en el Centro de Inteligencia paralelo de la fuerza provincial.

Está acusado de haber cometido los delitos de allanamiento ilegal en un hecho, privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia y por su extensión mayor a un mes en un hecho. En ambos casos como coautor.

En Salta dirigió a los populares clubes Juventud Antoniana y Central Norte, según él mismo contó, estuvo a cargo del primer equipo del "santo" (JA) en cinco oportunidades, la primera vez en 1984 luego de los oscuros años del terrorismo de Estado en el país donde comandó un grupo de tareas mientras se desempeñaba como entrenador de Atlético Ledesma de Jujuy y policía, de acuerdo a las investigaciones y los archivos históricos.

En una nota publicada en la revista El Gráfico, en 2001, el DT confesó por qué ingresó a la fuerza de seguridad jujeña: "El jefe de la Policía de Jujuy era hincha de fútbol y me ofreció un puesto. Se puede decir que fui lo que se dice hoy un favorecido, un ñoqui".

Durante la década del 60 se trasladó desde el Jardín de la República a la capital del país donde firmó contrato para jugar en Atlanta de Villa Crespo. En el Bohemio tuvo como compañero al recordado Carlos Timoteo Griguol, entre otros que tuvieron notoriedad nacional por su buen desempeño como jugador o, luego, director técnico.

La crónicas de la época lo definían como un lateral izquierdo audaz y de buena proyección ofensiva. En primera jugó en Newell’s, San Martín de Tucumán y Gimnasia de Jujuy.

A fines de 1975, en los albores de la dictadura, los caminos del exfutbolista se fusionarían entre las actividades de director técnico y personal policial en la provincia de Jujuy. Época en la que se lo describe como encargado de un grupo de tareas dedicado a secuestrar gente que gozaba del apoyo del ingenio azucarero Ledesma. Está vinculado con la desaparición del doctor Luis Aredes.

Distinguido

En Salta el represor y entrenador de fútbol no solo encontró un lugar donde esconder el oscuro pasado, sino también una tierra donde hasta fue aclamado por los seguidores del balónpié y por autoridades legislativas.

Dirigió técnicamente a Juventud Antoniana, institución que consiguió su máximo logro deportivo como el ascenso al Nacional B, en 1996, de la mano del represor tucumano.

También estuvo a cargo de la dirección técnica del otro "grande", Central Note, y por algunas horas se calzó el buzo de DT en Gimnasia y Tiro, luego de que desde el interior de la institución decidieran sacarlo a raíz de su pasado como agente de la fuerza de seguridad.

Como si la aceptación de los clubes de fútbol salteño no hubiese bastado, el hombre de 77 años, que desde hace unos años enfrenta un juicio por lesa humanidad en Jujuy, fue homenajeado el miércoles 2 de diciembre de 2020 por el Concejo Deliberante de Salta, distinción que generó todo tipo de rechazos con lo cual, tras poco más de una semana, el cuerpo legislativo anuló el homenaje.

Kairuz supo reciclarse y pasar desapercibido. De entrenador de fútbol a represor, como también hizo y con "maestría" Martín Rodríguez, apodado Toro durante el régimen de facto. Fue durante años uno de los profesores más queridos en la Universidad Católica de Salta. /El Tribuno Salta
 

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