Guardia llena y gente durmiendo por un turno en el hospital de Tartagal

Por estas horas ha sido noticia la larga espera que salteños debieron hacer en las afueras de hospitales a fin de conseguir un turno con algún profesional que los puedan atender y sanar sus dolencias. Esta situación no se limita solamente a la órbita capitalina, sino que llega a diferentes puntos de la provincia.

Es así la situación en Tartagal, donde se reitera una imagen que nuestro medio ya supo contar en anteriores ocasiones: las largas filas de vecinos esperando en la guardia del hospital Juan Domingo Perón desde muy temprano, como así el “acampe” de quienes llegan a dormir en las afueras del nosocomio, tratando de conseguir un turno.

Largas filas y quejas de pacientes para ser atendidos en los hospitales salteños

El móvil del medio VideoTar mostró cómo era la situación minutos después de la medianoche de este miércoles, donde una larga fila de pacientes aguardaba por una atención. “Estaban dos doctoras, se acaban de ir, acaba de llegar un doctor que atendió de mala manera, nos cerró la puerta, nos dijo que esperemos”, puntualizó un padre.

Según contó, “yo estoy de las 20.30 pero hay gente que está de hace rato”, dijo este padre quien se acercó buscando atención para sus hijas, a quien ya las había llevado días anteriores, a raíz del dengue. “Estamos esperando de hace rato, estamos afligidos por nuestros hijos que están sufriendo”, puntualizó.

Similar era la espera de una mujer quien fue a la guardia necesitando que la revisen a su madre. “Estoy desde las 9, la traje a mi mamá y estoy esperando que me atiendan, recién llegó el médico”, comentó los pormenores de la espera.

Mientras tanto, desde la puerta de la guardia, sobre el acceso al hospital y también en la vereda, habían personas sentadas, descansando en reposeras o durmiendo sobre cartones, decididas a pernoctar para tratar de conseguir un turno con un profesional. “Estoy para el cardiólogo para niños, vine a las 5 de la tarde, estaré hasta mañana que me den el número”, dijo mientras en una reposera se acomodaba para dormir a la intemperie.