Pastor abusador: Con un relato mesiánico, ejercía control y poder a su antojo
Justicia28/05/2023InformateSaltaLa menor abusada, en tanto, resultó gravemente afectada. Según las pericias, presenta cuadros de “angustias, bloqueos de conducta, alternación de sueños, desesperanza, pesadillas, fantasías de terroríficas y de contenido persecutorio”.
Reinaldo González, el pastor evangélico condenado a 8 años de cárcel por abusar reiteradamente de la hija de uno de sus fieles, había montado un minúsculo reino, en el cual ejercía un “poder” indiscriminado sobre sus fieles, quienes permitían las intromisiones en sus vidas particulares a partir del discurso mesiánico utilizado por el acusado, quien así se ubicaba en una posición superior, casi divina.
En ese marco, González visitaba las casas de sus fieles en General Ballivián, en especial la de la niña de 11 años abusada, quien calló por más de seis meses los vejámenes a los que era sometida, tanto en la misma casa como en un hotel de Tartagal, a donde la llevo con permiso de su padre, lo que evidencia la confianza de la que gozaba.
Descubierto el hecho, González fue denunciado y la semana pasada, mediante un proceso abreviado, fue condenado. En la sentencia, se analizó no sólo los hechos, sino también el daño causado a la menor, como el perfil psicológico del acusado.
Al respecto, y según las pericias a las que este medio pudo acceder, la justicia estableció que González aparentaba una personalidad estable y adaptado, pero en realidad todo era “una fachada” tendiente a ocultar sus “rasgos psicopáticos”.
Con una baja tolerancia a la frustración, Gonzales “se ubica en una posición de poder, desde su práctica religiosa y busca tener el control de las demás personas”, incapaz de entablar relaciones simétricas, de igualdad con el resto, por lo que apelan a “la manipulación para ubicarse en un lugar de poder”.
Para ello, el pastor no hacía uso de la violencia, sino de “desde un discurso mesiánico”, presentándose como elegido, pues las personas le pedían que ore por sus parientes enfermos. En tal sentido, los peritos hallaron en su personalidad un “elevado nivel de fantasía. Busca refugio en ella y se distancia de la realidad”. En ese orden, agregaron que “el pensamiento mágico contribuye a considerar que sólo existe la realidad que él construye”.
La víctima
En cuanto a la menor de 11 años abusada, los especialistas indicaron que presenta un “elevado nivel de angustia, lo que genera bloqueos conductuales, por lo que requiere de apoyos externos para funcionar con mayor seguridad, esto la vuelve muy dependiente e influenciable”.
“En relación al área sexual, esta le genera conflicto, angustia, ansiedad, sentimientos de culpa; su producción muestra indicadores de esquema corporal dañado”, surge de las pericias, la que justifica estos resultados al daño sexual del que fue víctima, lo que calificaron como “un serio daño”.
En cuanto al estado emotivo, posterior a los abusos sufridos, la víctima “posee sentimientos que la desestabilizan a nivel emocional”, entre ellos de “vacío interior, desesperanza y soledad”, los que influyen en el proceso de construcción de su identidad.
“A la menor, le cuesta hacer una valoración positiva de sí misma, es insegura”, señalaron los peritos, quienes luego resaltaron un aspecto llamativo, pero siempre presente, cuando los abusos sexuales son cometidos en perjuicio de niños en plena infancia.
Afirmaron que la nena presenta “alteraciones de sueño, presencia de pesadillas, temores nocturnos, fantasías terroríficas y de contenidos persecutorios”, lo que evidencia la gravedad del daño causado por González, quien se valió de su posición dentro del culto para someter a la menor, en quien, los peritos no distinguieron rasgos de mendacidad, al momento de referirse al hecho.