Hace ya algunos días se hablaba de que José Figueroa, el acusado del femicidio de Mercedes Kvedaras, intentaría hacerse pasar por demente para que su condena sea menor o lograr así también la prisión domiciliaria.
Fueron y son varios los indicios y comportamientos del imputado que hacen sospechar a más de uno que incurrirá en esa estrategia. Desde que fue internado en el hospital San Bernardo, Figueroa se mostró en estado de "shock emocional", sin parar de llorar e incluso gritar.
Luego, al momento de ser detenido, se despidió de su familia y les dijo que "no lo volverían a ver más".
En el nosocomio, fue intervenido quirúrgicamente por lesiones leves en la zona del cuello y en los brazos. Estas heridas fueron autoprovocadas, según investigadores, con la intención de montar una escena confusa y no para suicidarse.
Hoy finalmente declaró, confesó el crimen de su esposa y luego la jueza solicitó reforzar las medidas de protección y pidió que sea asistido por psicólogos. Se conoció entonces que permanecerá en la unidad psiquiátrica del penal de Villa Las Rosas.