



La Argentina fue anfitriona de la 66° Cumbre del Mercosur en la que el presidente Javier Milei cerró su presidencia pro tempore para que asuma el mandatario de Brasil, Lula Da Silva. La actividad de dos días se llevó el sello de un acuerdo comercial con un el EFTA y la promesa de cerrar con la Unión Europea y avanzar con Estados Unidos, dos objetivos que quedaron pendientes del mandato libertario.
La cumbre del bloque comenzó el miércoles 2 de julio con reuniones entre los ministros de Relaciones Exteriores (Consejo del Mercado Común) y los presidentes de Bancos Centrales de los países del bloque (Grupo Mercado Común), en presencia del canciller argentino Gerardo Werthein y el ministro de Economía, Luis Caputo.
Este último, además, mantuvo una reunión con su par brasileño, Fernando Haddad que, aunque no se tradujo en una bilateral después entre Milei y Lula, sí consolidó un acuerdo estratégico clave ya que el bloque sudamericano se alineó finalmente por una ampliación de la lista de excepciones arancelarias en hasta 50 posiciones.
Esto permitirá que todos los Estados parte puedan entablar sus negociaciones bilaterales: tanto Argentina como Brasil están interesados en poder avanzar en ese sentido con Estados Unidos, en plena guerra arancelaria por las medidas del presidente norteamericano Donald Trump. "Se habilita de ese modo la adaptación de cada país, según sus prioridades, a las nuevas realidades de comercio internacional, sin perder un horizonte común", anunció Werthein.
La jornada estuvo marcada además por la confirmación del Tratado de Libre Comercio entre el Mercosur y el bloque europeo EFTA, conformado por Suiza, Liechtenstein, Noruega e Islandia. Por caso, el ministro de Economía, Formación e Investigación de Suiza, Guy Parmelin, tuvo una reunión bilateral con el presidente Milei después de que finalice la sesión plenaria con el resto de los mandatarios.
La Cancillería, además, dio a conocer que los presidentes de los estados parte y los representantes de las naciones asociadas suscribieron un documento en el que reafirman la postura histórica del bloque regional sobre la disputa de soberanía que Argentina mantiene con el Reino Unido por los archipiélagos del Atlántico Sur.
En el año en que se cumple el 60° aniversario de la adopción de la Resolución 2065 en el que la Asamblea General de las Naciones Unidas calificó a la cuestión Malvinas como un caso de violación a la integridad territorial argentina, los presidentes destacaron que la adopción de medidas unilaterales por parte del Reino Unido, "incluyendo la exploración y explotación de recursos naturales renovables y no renovables del área en controversia, no es compatible" con lo definido por la ONU.









