Solicitan reforzar medidas de prevención para evitar la bronquiolitis en bebés

Ante la aparición de tos húmeda, fiebre, agitación y dificultad para respirar, comer y dormir, se aconseja la consulta temprana al centro de salud más cercano para evaluar la situación.

Salud 28/05/2016

Durante la época de bajas temperaturas se debe tener especial cuidado con los lactantes para evitar que contraigan bronquilitis, enfermedad causada de manera frecuente por el virus sincicial respiratorio (VSR). Es una patología bastante común y algunas veces grave, y presenta una inflamación aguda de las vías aéreas inferiores (bronquiolos). Afecta principalmente a los más pequeños, en especial a los bebés menores de 6 meses.

El virus se transmite de una persona a otra por el contacto directo con las manos contaminadas con secreciones nasales o a través de gotitas aerotransportadas generadas al toser o estornudar.

La bronquiolitis suele comenzar como un resfrío, luego de dos o tres días de ese cuadro, algunos niños pueden tener pocos síntomas o síntomas menores y otros desarrollar más problemas respiratorios, como sibilancias (ruido similar a un silbido en el pecho, al respirar) y tos.

Ante la aparición de tos húmeda, fiebre, agitación y dificultad para respirar, comer y dormir, se aconseja la consulta temprana al centro de salud más cercano para evaluar la situación y de ser necesario se derivará al niño al Hospital Público Materno Infantil.

Amamantar al bebé es un método de prevención por excelencia, ya que la leche materna es la mejor protección para los niños contra infecciones respiratorias y aporta los anticuerpos necesarios para evitar el contagio de muchas enfermedades.

Asimismo, la vacunación antigripal es obligatoria y gratuita para niños desde los 6 meses de edad y hasta los 2 años en 2 dosis, con un lapso entre ambas de 4 semanas, mujeres embarazadas en cualquier momento de la gestación o que hayan dado a luz y hasta 10 días después del parto, que no hayan sido vacunadas durante el embarazo.

Además, la higiene de manos es absolutamente esencial para prevenir enfermedades respiratorias, parasitosis y otras. En lugares cerrados y abiertos, las manos son el medio más propicio para el contagio de patologías, ya que están en contacto permanente con superficies que pueden contener los agentes transmisores. Es importante mantener sus manos limpias lavándolas con agua y jabón, antes de la atención de un bebé o niño y la preparación de los alimentos que consumirá toda la familia. El alcohol en gel no reemplaza a la acción de lavado de manos. También, mantener alejados a los bebés de aquellas personas que están resfriadas o tienen tos.

Los hogares deberán mantenerse libres de humo de tabaco para preservar la salud de sus habitantes; el cigarrillo potencia las complicaciones respiratorias en los adultos y niños.



Fuente: Parte de Prensa

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