Los lazos: ¿Suicidio o asesinato?

La opinión del periodista Jorge Villazón, por la muerte del fiscal Alberto Nisman.

Opinión 18/02/2015

--Lo esencial es invisible a los ojos—le dijo el zorro al principito. Así Antoine De Saint-Exupéry alienta a mirar con el corazón. Simple pero certero… “los hombres han olvidado esta verdad”.

Si la muerte del fiscal Alberto Nisman resultara a causa de una decisión de él mismo, o sea un suicidio, nada extraordinario pasaría. El respeto hacia esa decisión nos obligaría al silencio primero y al olvido posterior. Nada se puede agregar ante la magnitud de semejante determinación, ni nada se sabrá al respecto y solo quedarán las especulaciones de los más atrevidos.

Pero si de lo que se trata es un homicidio, probabilidad que hasta ahora no tiene ninguna certeza, las especulaciones no resultan menos atrevidas y tampoco sin consecuencias. “Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...” nos sentencia el zorro.

Para asesinar a Nisman, los o el perpetrador debieron planificar su crimen y es de suponer que tenían, al menos, un par de variantes según se dieran las circunstancias. Finalmente parecería ser que al encontrar el arma decidieron matarlo con su propia pistola. Es de creer que se imaginaron que el arma era de él, que nadie les había dicho que “a veces fallaba” y que no sabían que el día anterior alguien había llevado la 22 al departamento. Así fue como improvisaron una simulación de suicidio, aunque en principio hubieran programado un asesinato liso y llano. La otra variante es que supieran de la existencia de la Bersa, cosa que solo podría ocurrir si Diego Lagomarsino se los hubiera informado a los asesinos la noche del sábado. Así Lagomarsino pasaría a ser un cómplice que sabía que sería involucrado en un crimen con condena posible de prisión perpetua. Si así fue el supuesto homicidio, la participación de Lagomarsino, pasiva o activa, será muy fácil de demostrar y de allí llegaríamos a los autores materiales de manera más que rápida. ¿Es lógico pensar en una improvisación del comando o el solitario asesino, o en un involucramiento tan obvio del experto en informática?

Según los forenses la muerte de Nisman se habría producido entre las 11 y las 15 del domingo 18 de enero. En ese horario, en la planta baja del edificio Le Parc, estaba la custodia del fiscal dado que Nisman les informó que debían pasar a buscarlo a las 11,30 porque tenía un compromiso a esa hora. ¿Por qué los supuestos asesinos lo hicieron en ese momento? ¿Por qué no lo planificaron para antes de las 11 o en la madrugada del domingo, cuando no estaba la custodia y el fiscal estaba solo y desprotegido en su departamento? Seguramente muchos se estarán preguntando cómo es eso de que no estaban los custodios.

Según declara la fiscal Viviana Fein a La Nación, en la mañana del 20 de enero “tomará declaración hoy al personal encargado de la seguridad de Nisman. Se trata de 10 hombres de la Policía Federal asignados a la custodia del fiscal. Rotaban cinco agentes en turnos de 24 horas.” Agregando que “esa protección no era permanente, los policías no quedaban con puestos fijos en las cercanías de la vivienda, sino que acompañaban los movimientos del fiscal.” O sea que durante la noche Nisman no tenía custodia. ¿Por qué asesinarlo justo en el momento en que si estaban los custodios?

¿Por qué el auto del fiscal permanece en la playa de cortesía, a la vista permanente de transeúntes, investigadores fiscales, peritos de parte o periodistas y no es trasladado a la cochera de Nisman en el subsuelo o a un depósito judicial? ¿Será un mensaje descarado del verdadero propietario que se atreve a tanta impunidad? ¿Será una declaración de inocencia? ¿Será el verdadero propietario alguien ligado a un ex agente de la CIA que tiene una agencia de espionaje privada en EEUU y en Latinoamérica?

Por último cabe preguntarse la razón por la que la madre de Nisman esté vaciando las cajas de seguridad y las cuentas de su hijo en bancos y cuevas financieras, siempre antes de que llegue la requisa de la fiscal Fein. ¿Si a su hijo lo asesinaron, como ella y su ex nuera lo afirman, no sería más apropiado dejar que la fiscalía pueda buscar pruebas en esos elementos? Como ejemplo de la importancia de esos elementos bien vale la declaración de la testigo obligada que señaló el hallazgo de un cheque de 200 mil pesos en la caja fuerte del departamento de Le Parc. ¿Qué actividad privada comercial tenía Nisman que justificara este valor?

Como se puede corresponder a los interrogantes del supuesto homicidio, la verdad siempre termina concluyendo cerca del suicidio y lejos de las especulaciones y sus intereses confesados.

“Dijo el principito-Busco amigos. ¿Qué significa «domesticar»?-Es una cosa demasiado olvidada -dijo el zorro-. Significa «crear lazos». -¿Crear lazos?”

La pregunta del principito sigue en pie. 

Fuente: Columna de opinión

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