Abeleira: “El sistema de control está bien pensado, está bien desarrollado”

Abarcado un panorama general sobre los controles alimentarios que se efectúan en el interior, Abeleira informó que desde abril de 2013 la Provincia cambió los formularios F1 y F2 que recomendaba la Asociación Argentina de Pediatría por los de la Organización Mundial de la Salud para estar uniforme a nivel internacional. 

“Bajo ningún punto de vista se hace dentro de un supuesto de querer modificar o esconder los datos. Nosotros entendemos que el trabajo se resuelve con la verdad y trabajando de una manera operativa y conjunta con la sociedad”, sostuvo el ministro de la Primera Infancia.

El funcionario expresó que los agentes sanitarios son los encargados de realizar los trabajos de análisis antropométrico en los chicos: “se los mide, se los pesa, se le toma el perímetro encefálico, el índice de masa corporal y, posteriormente, se colocan las prioridades que el sistema detecta a los efectos de un trabajo posterior que realiza el Gobierno de la Provincia buscando a esos chicos que están más delicados”.

Con respecto a lo sucedido con Marcos Solís, el niño de casi dos años de edad, perteneciente a la comunidad originaria wichi de Morillo que murió la semana pasada, Abeleira dijo que se dio una cuestión de causa y consecuencia. 

“Este chiquito estaba dentro del sistema de control de salud. Es detectado por el bajo peso y tenía antecedentes de internaciones anteriores. En Septiembre y Octubre del 2015 estuvo internado y luego vuelve a la familia. Era visitado periódicamente por el agente sanitario. El último control que se le efectúa es del 18 de Diciembre y luego ya no lo encuentran. Un mes después, el 20 de Enero el agente sanitario lo encuentra y ve que estaba deshidratado por vómitos y diarrea. Se lo deriva al hospital donde finalmente fallece”, contó el ministro.

Abeleira consideró que el sistema es mejorable: “Ese es nuestro objetivo desde el Ministerio de la Primera Infancia. Para mí no es malo el esquema que está establecido con agentes sanitarios que controlan cuatro veces al año a 110 mil chicos y les detectan las situaciones. No se trata de analizar el control en sí, sino el caso en particular. Por algún motivo el niño dejó de estar controlado, ya sea porque la familia se mudó o porque el agente sanitario no lo encontró”.

Fuente: Diario El Tribuno