La novia de Berlusconi quiere ver al Papa para contarle su sufrimiento

La novia de Silvio Berlusconi, Francesca Pascale, no tiene dudas: "El voto del Senado (que expulsó a su novio de la Cámara alta) es un golpe de Estado ¿Como llamarlo si no?". Más, es una "maniobra subversiva". Por esto, la joven de 28 años se dirige al Papa: "Hago un llamamiento al papa Francisco. Un llamamiento para que me reciba y escuche la tragedia de Silvio". La inusual petición llega desde las páginas del diario Corriere della Sera, que ha entrevistado a la joven napolitana, llamada irónicamente la "first novia" del Cavaliere, de 77 años. Pascale convive con el magnate en su enorme palacio de Roma. Berlusconi fue despojado este miércoles de su banca de senador, que había ocupado los últimos 20 años, a raíz de una condena por fraude fiscal.

A pesar de los casi 50 años que la separan de su novio, Francesca Pascale deja claro que está dispuesta a darlo todo por Il Cavaliere. "Querría llevármelo lejos, alejar a mi hombre de quien lo odia, para protegerlo de golpes y de humillaciones injustas. Pero me doy cuenta de que así no sería él, no sé reconocería mirándose por la mañana en el espejo y tampoco yo lo reconocería", explica Pascale al rotativo italiano.

Según la joven, Berlusconi está en política por pura generosidad, por su elevado sentido de entrega a los otros: "Silvio, y eso es lo que me ha hecho enamorarme de él, no ha nacido para estar solo, para disfrutar de sus riquezas. Va contra su naturaleza", sostuvo la muchacha. "Para él la política es una forma de donarse a los demás. Con la decisión de expulsarlo del Senado piensan que han acabado con él. Sin embargo, lo que hacen es volver a impulsarlo a la lucha por la libertad". La también llamada "Lady Berlusconi", quien esta esperando el trámite final de divorcio de Berlusconi de su anterior esposa Veronica Lario para oficializar ese título a través de una boda, asegura que ella la está pasando muy mal por estos días, ya que carece de la capacidad de reírse de sus desgracias que si tendría Berlusconi. "El siempre recurre a la ironía ante su tragedia personal, pero yo no lo consigo. No consigo separar la persona de la que me he enamorado de la figura pública. Por eso siento un dolor doble, una herida al cuadrado", se lamenta Pascale, que asegura que sufre tanto por ser la novia de Berlusconi como por ser una "ciudadana libre", que ve cómo el Senado ha desconocido los votos que llevaron al Cavaliere nuevamente al Senado en las pasadas elecciones.

La joven admite que Berlusconi ha cometido equivocaciones. Pero el error para ella no ha sido un "sistemático delito de fraude fiscal", como se asegura en la sentencia por la que ha sido condenado a cuatro años de cárcel en suspenso y que ella considera completamente falsa, dado que cree al pie de la letra en la inocencia de Berlusconi. El error de su novio fue que, en su momento, el partido de Berlusconi votara a favor de la ley que ahora le ha sido aplicada, y según la cual una persona condenada a más de dos años de cárcel con sentencia firme e inapelable no puede ocupar un escaño en el Parlamento, ni ninguna otra función pública. "Maldito el día en que hemos aprobado esa norma", dice Pascale. Y recuerda que "hay 10 millones de personas que han votado por Berlusconi. No podemos pasar todos por delincuentes".

Perdón presidencial. Francesca indica igualmente que ella misma en persona hubiera estado dispuesta a tragarse su orgullo para acudir en persona al Palacio del Quirinal, sede de la jefatura del Estado, y solicitarle al presidente Giorgio Napolitano el indulto para su amado Silvio. "Tanto los hijos como yo queríamos presentar la petición de indulto. Pero luego entendimos que para él habría sido una violencia, dado que es inocente".

Ahora, al parecer, Francesca Pascale espera que el Papa le abra las puertas del Vaticano. Para escuchar "la tragedia de Silvio".

En tanto, la política italiana continúa sin Berlusconi. Y de cinco secretarios de Estado y un viceministro del gobierno de coalición que pertenecen al partido de Berlusconi, sólo dos hicieron saber que habían presentado sus dimisiones al partido. Los otros mantenían silencio total y permanecían en sus cargos.

Fuente: Portal de Internet