Advierten que la crisis social y la debilidad emocional son caldos de cultivo para el avance de las sectas

Sociedad 17/08/2022
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No se trata de un tema nuevo ni mucho menos, pero cada tanto se revela con fuerza su presencia en la sociedad cuando se destapan aspectos oscuros y escabrosos.

Se trata de las sectas, conjunto de seguidores de una doctrina religiosa o ideológica concreta, generalmente de muy mala reputación por las formas en que funcionan.

Por estos días es noticia a nivel nacional el accionar de una de estas que destapó acciones vinculadas a situaciones denigrantes como la prostitución y la corrupción.

Sobre el accionar de estos grupos, su conformación y su origen, el pastor evangélico santiagueño Antonio Zaiek consideró que se trata de un espacio “que se aprovecha de las necesidades, no sólo materiales, sino emocionales de la gente”, y las involucra de tal modo que no pueden salir de ellos.

“Las sectas tienen como objetivo la captación de personas, yendo directamente hacia las distintas necesidades de la gente; de sus urgencias; de sus carencias o de sus vacíos interiores. Algunas las captan desde la espiritualidad, y otras desde otros puntos de vista conforme las necesidades, y como es gente que se encuentra normalmente vulnerable, hacen un trabajo de adoctrinamiento y la van llevando. Y no todas pueden salir”, describió.

Zaiek, líder de la Iglesia Evangélica del Centro, reveló que, en su templo reciben a gente que “nos cuenta sus experiencias con este tipo de grupo, de cuestiones sobrenaturales incluso, porque muchas sectas vienen con el ocultismo, con la invocación de espíritus demoníacos, se meten con un montón de cosas, y cuando la gente se da cuenta de que empieza a vivir peor que antes, que están atormentados, quieren salir, y vienen a pedirnos ayuda”.

“Es muy difícil que una persona se dé cuenta de que está cayendo en la telaraña que le tiende una secta, porque es muy seductor lo que le ofrecen, y cuando se dan cuenta, lamentablemente, ya están muy enganchados, se involucran de más y son funcionales a los intereses de los líderes”, analizó.

La psicóloga licenciada Emily Azar consideró que el estado de vulnerabilidad de la persona “la convierte en presa fácil” de las sectas, que caen seducidas “por la omnipotencia y el poder”, que les hacen sentir.

“Esa gente débil en su espíritu se siente atraída por una imagen de la deidad que se va reconstruyendo; busca identificarse con el referente; tomar como propios los valores que se proponen; se siente escuchado en la necesidad, naturaliza lo que la masa hace”, analizó.

Dijo que para esas personas, “la fe debe estar puesta en algo supranatural, por ello es que incluso los elementos físicos se suelen asociar a poderes divinos”. “Muchas personas terminan seriamente afectadas psicológicamente, pierden su identidad, y es difícil recuperarlos”, concluyó. /El Liberal

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