Se dice que hay pocas cosas que paralizan a un país gigante y lleno de matices como Brasil. Una, sin dudas, el carnaval. Otra, más en esta era de mundiales, es el fútbol. También, las novelas de la noche por televisión.
Cuando comenzó la historia de amor de Edson Arantes do Nascimento, Pelé -40 años, leyenda absoluta del fútbol, tricampeón del mundo- y Maria da Graça Meneghel, Xuxa -17, modelo en ascenso, llamada a ser la Reina de los bajitos- hizo que durante seis años no se hablara de otra cosa, publica Infobae.
Escándalos, traiciones y el choque de dos mundos condimentaron un romance que parecen dos en uno, según quién cuente la historia. Y que con la muerte del crack conocido como O Rei, ocurrida este jueves luego de dar batalla contra una enfermedad, volverá seguramente a ser tema de conversación.
El flechazo, a segunda vista, vale decir, ocurrió en 1980 en una producción para la tapa de la revista Manchete. Pelé hacía una década que era O Rei, ostentando con orgullo sus tres títulos del mundo y con los botines recién colgados después de su experiencia en el Cosmos de Nueva York. En su foja civil, acababa de romper su matrimonio con Rosemeri Choibi, con quien estuvo 16 años y tuvo tres hijos, Kelly Cristina, Edinho y Jennifer.
Xuxa era menor de edad y recién empezaba su camino en el modelaje cuando el destino le puso a Pelé frente a frente. En la producción, el astro posaba de smoking, rodeado de cuatro modelos en trajes dorados. Pero antes que para Xuxa, el astro tuvo ojos para Luíza Brunet. “¿Tenés algún compromiso para esta noche?”, le preguntó a la joven. Recuperada del shock, lo rechazó con estilo pero sin dudas: “Sí, voy a prepararle la cena a mi marido”, le respondió.
Ante la negativa, Pelé fue por Maria, quien había posado a su derecha, tomándole su brazo. “Me invitó a cenar, le dije que no podía porque vivía lejos y que era menor de edad”, reconoció Xuxa. Pero él no estaba acostumbrado a las negativas. “Llamó a mi casa y mi padre colgó pensando que era una broma, pero luego terminó aceptando”, reconoció.
Aquella invitación a cenar significó el punto de partida para una relación de seis años, que coincidieron con el duelo del pueblo brasileño por el retiro de su Rei y el ascenso meteórico de la rubia, al que su país le terminó quedando chico. En su libro autobiográfico Memorias, Xuxa contó que Pelé fue el primer amor de su vida. Con él aseguró tener su primera relación sexual y también el primer desencanto al descubrir sus infidelidades. Vivieron seis años apasionados y tormentosos, bajo la atenta mirada y el ojo inquisidor de la sociedad brasileña, que veía con la fascinación de todo culebrón, pero también con algo de recelo, ese romance que mantenía en vilo a una nación.
¿Qué hacía Pelé con una adolescente que podría ser su hija? ¿Cómo permitían los padres de esa adolescente que su hija de rasgos angelicales se relacionara con un hombre como Pelé? ¿Cómo lograba esa trepadora a costas del héroe deportivo de una nación? Algunas de las preguntas que dispararon múltiples respuestas y un sinfín de cotorreos en el Brasil de la primera mitad de los ‘80. En Memorias, Xuxa se refiere a la relación en términos ambiguos: “Nos invitaban a todos los eventos, pero ahora tengo sentimientos muy encontrados. Para todo el mundo él era Pelé, pero para mí era Dico, el que jugaba al buraco con mi mamá”, expresó.
Pero bajo esa apariencia diáfana y costumbrista se escondían traiciones y desencantos. “Yo era muy joven, sin ninguna experiencia, y lo que él me decía lo tomaba como verdad absoluta. Naturalizaba sus traiciones hasta que llegó un momento en que no pude soportarlo. Nuestra relación no tenía futuro. Para mí estábamos saliendo y para él era una amistad colorida”, describió. Una manera sutil de decir que él se tomaba algunas licencias amorosas hasta que ella decidió que era suficiente.
Mazzafera que con Pelé “tuve mi primera relación que duró seis años y fui traicionada continuamente. Cuando lo miraba, en su boca tenía lápiz labial que no era el mío. Eso era normal para él. Una vez me dijo: ‘Son las mujeres que quieren estar con Pelé’”, declaró. Tenía 23 años cuando decidió que no iba para más. Su vida estaba cambiando, y prefería vivirla de otra manera.
La versión de Pelé, en una entrevista otorgada al semanario colombiano “Nuevo Estadio” fue diferente. Afirmó que su relación con Xuxa “fue la primera seria que tuve después de mi separación de Rose”, y se refirió a ella de una manera algo fría y repudiable, dejando de lado cualquier comentario galante. “Cuando la conocí, ella tenía 15 años, era virgen y tenía un noviecito con el que estaba peleada. Su padre me dio permiso y salimos juntos. A mí no me gustaban las vírgenes así que le dije que resolviera el problema con su noviecito. Después salimos con frecuencia. En ese momento, ella estaba empezando con sus actividades en la TV y quería tener hijos, pero yo tenía tres y venía de separarme de mi esposa, por lo que no coincidimos. Así, la relación se fue enfriando, aunque quedamos muy buenos amigos”.
Desde entonces, cada uno rehízo su vida a su manera. En 1994, con 53 años, O Rei se casó por segunda vez con la psicóloga y cantante góspel Assiria Seixas (36), con quien estuvo 14 años de matrimonio y dos hijos, los gemelos Josua y Celeste, y en 2016, con 75 años, se casó por tercera vez con la empresaria brasileña de origen japonés Marcia Cibele Aoaki, en ese entonces de 41.
Ella tuvo otro sonado romance con un ídolo deportivo, menos escandaloso pero igual de popular, el multicampeón de Fórmula 1 Ayrton Senna. Luego se casó con el empresario Luciano Szafir, padre de su única hija Sasha, hasta que en enero de 2013 anunció una relación con el actor Junno Andrade. Solo ellos saben cómo recordaron en la intimidad su historia de amor cuyas diferencias hicieron públicas. Lo cierto es que durante seis años fueron el romance del que habló un país acostumbrado a exagerar las grandes pasiones y a dejarse llevar por el corazón.