La educación financiera nos brinda herramientas para administrar nuestros propios gastos, inversiones y consumos. No hace falta estar a cargo de una empresa para interesarse por nociones básicas de cómo se puede organizar de manera clara los ingresos y egresos que tenemos todos los meses ya sea de manera personal o en nuestros negocios. A largo plazo esto redundará en seguridad financiera para nuestra economía familiar o laboral.
Dentro de estas estrategias y recomendaciones para cuidar nuestras finanzas, un buen primer paso es hacer una clasficación de cuentas por cobrar y cuentas por pagar. Esto no solo nos permitirá saber en qué usamos nuestros capitales, sino que ayuda al cumplimiento de los plazos y vencimientos y realizar seguimientos personalizados.
Nuestros registros contables no solo deben tener en cuenta aquellos gastos fijos, también deben incluir aquellos “permitidos” o gastos fuera de lo habitual que, muchas veces, son los que tuercen la balanza de nuestra economía sin que nosotros lo percibamos.
Los criterios de clasificación de cuentas por cobrar y por pagar pueden variar según en qué rubro se lo quiera aplicar, pero puede tenerse como referencia diferentes valoraciones como por ejemplo los que tienen fecha de vencimiento, los que son planes de pago a largo tiempo o de acuerdo a su importancia dentro de nuestro sistema financiero.
Cómo empezar
Clasificar y cuantificar son los pasos iniciales para conocer cómo nos estamos administrando. Para eso todo es válido: llevar anotaciones manuscritas en algún cuaderno de gastos e ingresos, usar cuadros y tablas de cálculo en Excel o incluso con aplicaciones y webs diseñadas para la administración financiera.
En este sentido, la tecnología nos abrió las puertas a un gran número de herramientas que nos permiten automatizar procesos, conocer quién te debe y quien te paga, analizar indicadores e incluso integrar opciones de facturación.
Si tu decisión es usar alguna aplicación o web para administrarte te recomendamos que optes por alguna que garantice tu seguridad con transacciones protegidas. Muchas de estas plataformas son gratuitas, aunque las más recomendadas suelen ser aranceladas por diferenciarse en los servicios que ofrece.
Si bien la educación financiera contempla otros aspectos respecto a cómo administrar nuestro dinero, estos consejos te servirán para comenzar a llevar tus cuentas al día y planificar tus posibilidades de ahorro.
Te puede interesar
Lo más visto
