Un libro rescata la identidad de salteños caídos en el bombardeo del ’55

Pareciera que la historia es una sola y, como tal, siempre reitera los sucesos que sabemos. Sin embargo siempre sorprende con más datos, hechos significativos, aportando información que aún desconocemos. En esta línea, un libro rescató los nombres de los salteños que fallecieron durante los bombardeos a la Plaza de Mayo, durante el gobierno peronista de mediados del siglo XX.

Justamente, “Los muertos de la Plaza de Mayo” es el nombre de este libro de Héctor Daniel de Arriba, publicado en octubre por editorial Dunken, quien entre sus averiguaciones pudo saber cómo se llamaban estos salteños, pudiendo conversar con sus familiares, entre otros puntos de su trabajo histórico.

“Este libro es un trabajo de 5 años y su objetivo es sacar a la historia, a la luz, los nombres y apellidos de personas que por distintas circunstancias político-partidarias y de crisis del momento murieron en Plaza de Mayo”, dijo Héctor en diálogo con InformateSalta donde enfatizó que su obra analiza lo ocurrido durante tres ataques o explosiones, donde fallecieron personas que en algunos casos “los enterraron y nunca más se habló de ellos, no son recordados en ninguna placa, calle, municipio, nada, pasaron al olvido”.

Asimismo comentó que “Salta es la provincia que mayor víctimas tiene el 16 de junio de 1955”, en referencia al bombardeo a Casa Rosada. Allí muere un soldado, Mario Benito Díaz, quien por entonces era granadero de la custodia presidencial de Perón cuyos restos descansan en Metán. Otro fue Ricardo Orona, un empleado que también al salir a la plaza muere en el ataque y fue enterrado en la Chacarita.

A ellos sumó a “dos maestras salteñas, Viola Sara y Pilar Amezua, jovencitas de 25 que, al escuchar este bombardeo y demás, salen, estaban haciendo una residencia acá en Buenos Aires, como tenían el uniforme blanco, creyeron que eran enfermeras, los diarios las publicaron como enfermeras muertas”.

El profesor comentó que en sus averiguaciones se contactó con los parientes, buscó en diarios y revistas de la época, indagó en informes, obituarios y hasta cementerios para constatar sobre estos fallecidos. Esta indagación le permitió incluso conseguir las fotografías de los muertos, que pudo compartir incluso en su libro, el cual trató de volver a recordarlos al no estar presentes en placas y otros homenajes.

Publicado el año pasado, el profesor dijo que espera llegar a Salta en algún momento para presentar su trabajo oficialmente, definiendo su libro como “no partidista, el libro que homenajea a fallecidos argentinos y no argentinos, porque la historia la hacemos todos, todos los días con nuestros actos”, concluyó su charla con nuestro medio.