A 17 años del homicidio de la productora rural Liliana Ledesma, hoy comienza el juicio contra los principales apuntados del hecho: los hermanos Delfín Reynaldo y Raúl Amadeo “Hula” Castedo, quienes habían sido denunciados por la víctima por tráfico de drogas.
El abogado de la familia de Ledesma, David Leiva, informó en FM ARIES que la hora de inicio es a las 17:30 “y todas las chicanas que se fueron articulando y que el juzgado había sido permisivo con estas, hoy ya no se pueden articular, salvo en las preliminares de juicio”, indicó.
Añadió que entendería que la defensa que los Castedo va a intentar reformular algunas de las cosas que ya vinieron planteado, pero “todo se resuelve ahí y el juicio sigue, ya no hay forma de detener el debate oral, salvo que los Castedo se fugaran”.
"No hay forma de detener el debate oral, salvo que los Castedo se fuguen”
Leiva añadió que no cree que vuelva a suspenderse. “Ya ellos continuaron interviniendo y el juez ese, más allá del reproche por las suspensiones, la fuga de uno de los que habría sido condenado a perpetua no se le puede achacar a tres. El juez ha cumplido con un procedimiento, entendió que tenia que permitirle los beneficios que le otorgó aún cuando esta persona antes de ser detenida, estuvo prófugo por otras causas”, agregó.
Sobre si podrían acceder a salidas transitorias, informó que la ley pone un parámetro de tiempo y otras valoraciones. Confirmó que lo que no tuvo en cuenta el juez es que cuando lo detienen, este hombre, estaba prófugo por otra causa distinta al crimen de Liliana Ledesma, o sea que es alguien que ya venia con este tipo de conducta.
“Queremos que este juicio se inicie, que no se postergue más, porque estas cuestiones que se dilataron en el tiempo, permitieron que uno de los que debe haber empujado a Liliana sobre la muerte, como fue el diputado Aparicio y haya tenido una impunidad biológica”, sostuvo.
Indicó que Aparicio era el jefe de la organización de narcotraficantes, y Delfín Castedo asume esa jefatura después de su muerte. O sea que esta organización que pretendió quedarse con la frontera seca y tuvo como objetivo asegurar el territorio por donde entraba y salía la droga sin control.
“También eran propietarios de tierra del otro lado de la frontera. Es decir que tuvieron como objetivo de esta asociación ilícita, quedarse con la frontera, y ahí viene el crimen de Liliana”, agregó.
Para finalizar, sostuvo que ella es la que enarbola la voz de su familia, empieza a denunciar lo que sucedía allí y nadie le hace caso. “Viene a Salta a denunciar algo que era conocido. Gendarmería ya lo sabían, y si el Estado hubiese intervenido antes, este crimen no ocurriría”, concluyó.