Temor en B° San Carlos por robos e inseguridad a toda hora, la comisaría no tiene móviles

Hay un temor latente entre los vecinos del barrio San Carlos, en la zona sur de la ciudad de Salta, por los permanentes robos que están ocurriendo durante las últimas semanas en sus cuadras, con la gravedad que la comisaría que funciona en el mismo no tiene patrulleros, camionetas ni medio con el cual asistir a las víctimas de los malvivientes.

Cansados de esta problemática, de no poder salir a las calles en ningún momento del día, de estar a la merced de los delincuentes, los vecinos se reunieron en la plaza principal del barrio para pedir a las autoridades que se tomen cartas en el asunto, con más patrullaje, con más presencia policial, como también equipos y móviles para la comisaría, para así poder salir un poco más tranquilos a las puertas de sus casas.

Inseguridad en B° San Carlos: Alertan por ladrones que ingresan a las casas

“Estamos cansados, ya es algo que no podemos ni salir, los chicos no pueden salir porque te roban el celular, si andás un poco distraído ya te roban, roban las bicicletas”, manifestó a Multivisión Federal una vecina quien contó que hace pocas noches, ella sufrió un intento de robo en su casa, donde malvivientes quisieron ingresaron.

Es aquí cuando elevaron un pedido de mayor protección a las autoridades municipales como provinciales, sobre todo al Ministerio de Seguridad puesto que “la comisaría del barrio necesita un móvil, una patrulla o una moto”, ya que la dependencia policial hace varios meses que no tendría medios de movilidad, sumando más desprotección a los vecinos.

“Llamé a los policías, los que vinieron lo hicieron a pie, no hay vehículos, no tenían forma de ayudarnos... ¡No hay nada!”

Los robos son a los transeúntes, con motochorros que actúan a toda hora para sustraer celulares, por ejemplo, o incluso a los locales, como a una panadería que ya atacaron en dos oportunidades. Como si fuera poco hay problemas de iluminación en las calles y la presencia de caballos sueltos que nadie controla.

Por último, contaron que habían tenido reuniones con autoridades de seguridad en otras oportunidades, donde habían tenido la promesa de incrementar la seguridad. “Se vio que los policías caminaron una semana, dos y luego dejaron de andar”, se apenaron de haber quedado a la buena de Dios.