En vista del periodo estival y los trabajos intensivos que el mismo conlleva, desde el Ministerio de Salud informaron que gracias a la la estrategia de manejo hospitalario y comunitario de niños con bajo peso y riesgo en su salud, en tres meses se logró la recuperación nutricional de 194 pacientes del norte provincial.
Al respecto la subsecretaria de Medicina Social, Gabriela Dorigato, recalcó que la estrategia de Manejo Comunitario de la Desnutrición Aguda (MCDA) comenzó a implementarse en octubre pasado en 14 áreas operativas de los departamentos San Martín, Rivadavia y Orán, como parte de la emergencia sociosanitaria.
En ese tiempo se trabajó con 1365 niños con bajo peso, proveyendo a los hospitales cabecera de área operativa los ATLU (alimentos terapéuticos listos para usar), en un total de 10.034 sachets. A esto y en vista de los chicos recuperados, se indicó que 1151 continúan bajo tratamiento.
“Los niños con bajo peso son detectados y diagnosticados en una evaluación médica y nutricional, los casos críticos requieren hospitalización, pero hay otros que pueden seguir el tratamiento en el seno familiar, por eso hablamos de manejo comunitario”, expresó Dorigato.
En el proceso, se capacita a las madres y cuidadores, a fin de utilizar correctamente los alimentos terapéuticos y para mejorar las prácticas de alimentación familiar.
La funcionaria también rescató que, en los centros de recuperación nutricional infantil de Santa Victoria Este, Tartagal y Embarcación “no sólo se interna al niño para tratar el bajo peso, sino que es una oportunidad para que las madres y el resto del grupo familiar reciban pautas de salud, aprendan cómo preparar los alimentos que reciben en los módulos que les da el Gobierno, la importancia de la higiene, signos de alarma y otros temas”.
A esto agregó que se trabaja con las mujeres, brindándoles información sobre salud sexual y reproductiva, ofreciéndoles y colocándoles métodos anticonceptivos. Una de las dificultades que había para la recuperación de niños con bajo peso era que las madres, en su mayoría indígenas, se resistían a permanecer en el hospital durante el tiempo de tratamiento, ya que eso significaba estar fuera de la casa y de los otros hijos.