La búsqueda de los restos de María Cash, desaparecida hace 13 años, se concentra en tres puntos clave de la ruta nacional 16: El Boquerón, El Tunal y Ceibalito.
Estos lugares fueron seleccionados tras analizar los registros de antenas que captaron la señal del celular del camionero Héctor Romero, principal sospechoso en el caso. Sin embargo, los investigadores enfrentan una serie de desafíos que podrían dificultar el progreso de la operación.
Uno de los principales obstáculos, indicó El Tribuno, es la transformación del terreno. En los últimos 13 años, las áreas de El Boquerón, El Tunal y Ceibalito experimentaron cambios significativos debido a la expansión agrícola. Estos cambios podrían haber alterado o destruido posibles evidencias relacionadas con el caso.
Otro desafío es el clima. La búsqueda se realizará durante la temporada de lluvias, lo que incrementa la dificultad de acceso a los terrenos, que podrían estar inundados o ser resbaladizos, afectando las tareas de los equipos de rastrillaje.
Además, la degradación de las evidencias es una preocupación importante. A lo largo de estos años, es posible que objetos como prendas de vestir, el morral de María o incluso restos óseos hayan sufrido un deterioro considerable, lo que complica su identificación.
A pesar de estos desafíos, las autoridades siguen comprometidas con la búsqueda y trabajan para superar estos obstáculos con el objetivo de encontrar respuestas en uno de los casos más enigmáticos del país.