Los riesgos de quienes trabajan en la calle expone a cualquier sujeto a eventuales situaciones de riesgo, o simplemente puede ocurrir que un trabajador sufra algún percance en el trayecto de ida o vuelta a su domicilio.
Para eso los empleadores se cubren con seguros de diferente tipo para eventuales siniestros, con uno de Accidentes Personales, al margen de que aquellos que están en situación regular, cuentan con la ART correspondiente y que da dicha cobertura.
En este caso ocurrió que la empresa contratada era San Cristóbal, una de las compañías más importantes del país, la que al ser alertada sobre un golpe sufrido en la calle por un empleado que contaba con un seguro de Accidentes Personales, fue derivado vía telefónica (como se hace siempre en estos casos a las líneas de emergencia asignadas) a la guardia del IMAC, de calle Adolfo Güemes, Salta.
Una vez en el lugar, le piden el número de siniestro que le había consignado la aseguradora y que aguarde a ser atendido. A todo esto, el empleado tenía un corte en una ceja, un golpe en la boca, labio y encías hinchadas.
Luego de una espera de más de 30 minutos, los dos empleados del IMAC que se encontraban en el mostrador seguían sin dar mayores explicaciones de la demora. Si bien la situación no era grave, si requería cierta atención como curar o limpiar las heridas sangrantes.
Pasado un poco más de tiempo, y ante la tercera consulta de qué pasaba, uno de los trabajadores del IMAC en forma hasta medio burlesca, le indica que seguía esperando “autorización de parte de la parte de Administración del IMAC ya que no sabía si tenían convenio con San Cristóbal Seguros”.
Dicho esto, y obviamente indignado por la situación, el paciente se retiró y acudió a su ART (Swiss Medical), que en 2 minutos lo derivo a la clínica Altos de Salta, en cuya emergencia procedieron a atender de manera inmediata, hacer ´las curaciones, controles de presión, radiografía de la zona afectada y consulta con el médico de la Guardia. Impecable atención, todo lo que el caso requería en 10 minutos.
Cuando la ineficiencia, o en el peor de los casos la mala organización de una empresa médica como el IMAC en Salta puede implicar eventuales riesgos en la salud de las personas preocupa, y requiere se revenan ciertos procedimientos, por el bien de las personas.
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